La Industria del azúcar en Puerto Rico
The Sugar Industry of Puerto Rico
por Emilia Badillo Joy
(c) CopyRight - Prohibido copiar, reproducir
|
|
Trapiche primitivo.
|
a caña de azúcar llegó a Puerto Rico desde Santo Domingo
en el 1515, para ser cultivada
en las orillas
del Río Toa, en la granja
experimental de
los Reyes Católicos. La
caña la trajo Cristóbal
Colón al Nuevo Mundo desde
las Islas Canarias
y ya su cultivo se conocía
en el sur de España.
El señor Tomás de Castellón
estableció el
primer trapiche en Añasco,
en el 1523. En
1548 ya existían cientos
de trapiches operados
por bueyes y mulas o por
norias (fuerza del
agua o viento) y esclavos.
La industria de
la elaboración de las mieles
en azúcar moscabado
(se cocinaba en grandes
pailas) estaba en
manos de pequeños agricultores
y el precio
a que se vendían los bocoyes
(14 quintales
por bocoy o barril) dependía
en gran parte
del mercado o de los vaivenes
de la Corona
española. Los trapiches
desaparecieron a
partir de 1873, luego de
la abolición de
la esclavitud.
Las primeras centrales o fábricas equipadas con maquinaria que
se movía con la fuerza del vapor fueron establecidas
entre el 1873 y el 1876. El guarapo se cocía
en tachos al vacío y los cristales de azúcar
los separaban las centrifugas de las mieles.
Esta maquinaria requirió una gran inversión
de capital y fueron compradas en Francia
y Escocia.
La primera central moderna la fundó el señor
Leonardo Igaravidez
en Vega Baja y le siguió
la Coloso de Emilio Vadi en Aguada, y las centrales Luisa (Maunabo),
San Felipe (Naguabo),
San Luis (Carolina),
y Josefina en Río
Piedras, y otras más tarde.
|
|
Ruinas de la central San Vicente; 1984. |
En la Feria Exposición de Ponce de 1882, dos azucareros recibieron medallas de oro
y menciones honoríficas por la alta calidad
del azúcar producido en sus centrales: Emilio
Vadi y los Hermanos Cabrera de la Hacienda
Boca Chica, cerca de Ponce. Pero aún para
el 1882, sólo estaban operando cinco o seis
centrales en Puerto Rico.
|
|
|
|
Central Coloso, Aguada, en ruinas. |
|
|
Central San Vicente; 1960. |
Al hacerse la transferencia de la soberanía
en el 1898, la industria
creció con las inversiones
de industriales de los
Estados Unidos. La
fuerza del vapor se transformó
en electricidad
en las turbinas. Desde
entonces hasta la
primavera del 2000, cuando
Coloso cerró luego
de su última zafra, la
caña fue la cosecha
más importante en la isla
de Puerto Rico.
La industria creció a principios
del siglo
XX para luego hundirse
a pique en la década
del 40, en la lucha con
los precios bajos
del mercado, una fuerza
escasa, el costo
alto de la transportación,
la necesidad del
riego y los abonos o la
cuota asignada por
los E.E.U.U. a Puerto Rico.
En el 1936 existían
aproximadamente 43 centrales
operando bajo
una cuota de 909,445 toneladas
netas (2,000
libras). Ésta fue establecida
por el Acta
Jones-Costigan, la cual
permitía que Puerto
Rico embarcara su materia
prima a los Estados
Unidos sin cargos de aduana.
|
|
Central Coloso. |
|
Treinta y cuatro centrales cesaron sus operaciones entre 1942 y 1977. Las más
grandes sobrevivieron por otra década: Cambalache
(Arecibo) y Guánica (Ensenada) cerraron en
1981, seguidas por Aguirre (Salinas) en 1990,
Mercedita en 1994, La Plata (San Sebastián)
1996, y finalmente Coloso y Roig (Yabucoa)
en 2000. Una gran industria y una forma de
vida llegaron al final con el nuevo siglo.
Los colonos o agricultores
que plantaban
la caña y la enviaban a
la central a convertirse
en azúcar, rara vez recibieron
la cantidad
de dinero que los ayudaría
a salir de la
deuda de la refacción o
préstamos sobre la
cosecha. La mayor parte
del azúcar moreno
y las mieles se enviaban
a las refinerías
de la costa Este, pero
a mediados de siglo
Guánica, Mercedita, Igualdad,
y Roig tuvieron
maquinarias para refinar
parte del azúcar.
Al terminar la Segunda
Guerra Mundial los
trabajadores abandonaron
el campo por mejores
trabajos en los E.E.U.U.
y los colonos gradualmente
abandonaron el cultivo
de la caña.
|
Central San Vicente siendo desmantelada. |
José R. Abad observó en 1882, que los dueños cometieron un error al tratar
de absorber todos los terrenos e invertir
todo su capital en la compra de maquinarias
más poderosas y por consiguiente eliminando
el cultivo de otros frutos hasta eventualmente
redistribuir las riquezas del país en tal
modo que afectarían para siempre el bienestar
social de la Isla. Desde el punto de vista
de un nuevo siglo, podríamos decir que los
cambios que acabaron con la industrian fueron
predecibles.
|
Ruinas de lo que fue la Central San Vicente. |
|
Las Centrales en operación en 1940, localidad
(pueblo más cercano)
y fecha de cierre: Playa
Grande en Vieques
(1942); Carmen en Vega
Alta (1945); Caribe
en Salinas (1946); Boca
Chica en Juana Díaz
(1946); Herminia en Villalba
(1947); Santa Bárbara
en Jayuya (1948); Pellejas
en Adjuntas (1949);
San José en Río Piedras
(1952); Constancia
en Ponce (1954); Rochelaise
en Mayagüez (1957);
Victoria en Carolina
(1957); Pasto Viejo
en Humacao (1958), Ejemplo
en Humacao (1961);
Constancia en Toa Baja
(1962); Guamaní en
Guayama (1963); Juanita
en Bayamón (1963);
Plazuela en Barceloneta
(1963). |
|
|
|
|
|
Canóvanas en Loíza (1965); Santa Juana en Caguas (1966); Cayey en
Cayey (1967); Machete en Guayama (1967);
Rufina en Guayanilla (1967); San Vicente
en Vega Baja (1967); Soller en Camuy (1968);
Río Llano en Camuy (1970); Lafayette en Arroyo
(1971); Los Caños en Arecibo (1972); Monserrate
en Manatí (1972); Juncos en Juncos (1973);
Cortada en Santa Isabel (1974); Eureka en
Hormigueros (1977); Fajardo en Fajardo (1977);
Igualdad en Mayagüez-Añasco (1977), y San
Francisco en Guayanilla (1977).
FUENTES:
1. Manual of Sugar Companies.
Farr &
Co, New York, 1937.
2. Gaztambide y Arán. La
Isla de Puerto Rico.
Rand MacNally y Co, 1941.
3. Hernández Méndez, Eugenio.
Crónicas de
Puerto Rico: desde la conquista
hasta nuestros
días 1493-1955. Editorial
de la Universidad
de Puerto Rico, 1969.
|
|