Rectificación histórica manatieña
La fundación de Manatí
Por José Antonio Oquendo Pabón
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n ocasión de las fiestas patronales del pueblo y parroquia de Nuestra Señora
de la Candelaria y el Apóstol San Mateo de
Manatí, celebradas en torno a la festividad
de la Presentación de Jesús en el Templo
de Jerusalén, deseamos hacer una rectificación
histórica.
Si le preguntamos a los manatieños cuál es
el nombre del fundador de su pueblo, la mayoría
respondería que el fundador poblador fue
don Pedro Menéndez de Valdés. Si le preguntásemos
sobre los que fundaron el pueblo con él,
la respuesta sería que no saben o que fueron
unos criollos. Ambas respuestas son correctas
si consideramos que esto es lo que se enseña
y contienen los libros sobre la historia
de Manatí. El problema es que ¡las respuestas,
la enseñanza y los libros son incorrectos!
Nos explicamos.
Existe en las Actas del Cabildo de la ciudad de San Juan de Puerto Rico,
un caso(1) muy singular. En el 1810 don Tiburcio
Durán de Villafañe compra (era legal hacerlo
en esos tiempos...) una posición de Regidor
de la capital (2) después de haber servido
en Arecibo y Caguas como Capitán de Milicias
de Urbanos. Ser Regidor era importante pues
no había senadores ni representantes y el
gobierno de la ciudad era parte del gobierno
de la Isla.
No obstante, para ser miembro del Cabildo
uno tenía que cumplir ciertos requisitos,
entre ellos ser de raza blanca. Faltando
poco para acusar a don Tiburcio de ser de
“mala raza mulata”(3), interesantemente se
le niega su puesto por ser “no apto” para
la posición ya que dos de los Regidores alegaban
que habían aparecido pasquines en la ciudad
que aludían a la procedencia no caucásica
de la familia de don Tiburcio. Indignado,
el caballero hace tanto una limpieza de sangre
que comprueba lo contrario como una petición
al Rey, el cual, en respuesta, decreta y
ordena le den entrada. Foto: padre José Antonio Oquendo en la oficina
parroquial de Manatí, estudiando los registros
antiguos de dicha parroquia.
¿Qué causas tuvieron para negarle el puesto? Los historiadores no han dicho
si se ha investigado pero ciertamente el
racismo y los celos estaban envueltos. Ahora
bien, en las investigaciones en los libros
de mediados del siglo XVIII de la "Villa
de San Felipe del Aresivo", se han encontrado
varias partidas donde el padre cura tilda
de indio de calidad o indio mestizo a tres
hombres (¿y no habían muerto todos los indios
a principios de la colonización; de dónde,
pues, salen estos en pleno siglo XVIII?)
Revisando las partidas sacramentales de los
familiares de estos hombres se descubre que
la hermana de los llamados indios de calidad,
una tal Margarita González Natal se casa
con el abuelo de don Tiburcio, don Ygnacio
Durán de Villafañe, en lo que es para él
un tercer matrimonio legítimo.
¿No sería esta la causa de la acusación,
especialmente cuando consideramos que las
esposas de los Regidores que rechazan a don
Tiburcio eran sus primas de 3º grado? ¿No
sería que creían erróneamente que el Regidor
descendía de aquella tercera esposa? O peor,
¿no será que sabían la verdad pero que por
celos políticos se tramaron el rechazo para
hacerle la vida imposible a un rival?
Hemos indicado que en su limpieza de sangre se comprobó lo contrario a la acusación.
Añadimos ahora que al hacer su limpieza de
sangre don Tiburcio Durán de Villafañe también
le hizo un gran favor a los historiadores
y genealogistas modernos de diversos pueblos.
Manatí tuvo que ver, al menos en cuanto su
población, con la fundación de La Vega (eventualmente
la Vega Baja del Naranjal y la Vega Alta
de Espinosa), Ciales, Morovis, Fajardo(!),
Barceloneta, Florida y la parte de Orocovis
que pertenecía a Morovis... Junto a los manatieños
y los vecinos de otros pueblos, pues, las
familias de los descendientes del bisabuelo
de don Tiburcio, Don (4) Sebastián Antonio
Durán de Villafañe (entre los cuales encontramos
al menos una décima parte de los puertorriqueños
cuyas raíces genealógicas en la Isla anteceden
el siglo XIX) se interesarán en conocer los
siguientes datos:
En el interrogatorio que él mismo preparó
para hacerle a los 33 testigos que presentó
para declarar en su limpieza de sangre, don
Tiburcio hizo indagar sobre la genealogía,
el parentesco y los oficios y honores concedidos
a sus familiares. Entre la preguntas, para
nuestra sorpresa, el punto 1º del interrogatorio
lee:
Si les consta que Don Sebastián Antonio Duran
de Villafañe,
mi Bisabuelo fue electo Capitan de las Milicias
Urbanas por
el superior Govierno de esta plasa para comandar
un copioso
número de Ysleños Europeos que haviendo arribado
a esta
Ysla fueron destinados por el Señor Abadias
Governador de
Puerto Rico para dar principio a la fundación
y fomento del
Pueblo de Manaty como en efecto se verificó.(5) |
Más, por si hay duda alguna sobre lo que significara
comandar "un copioso número de Ysleños
Europeos", leemos en una carta del 1816
dirigida a su Majestad pidiendo un decreto
de hidalguía que:
Si...(r)esulta que es hijo de por línea paterna
de D.n Francisco,
nieto de D.n Ygnacio y Viznieto de (D.n)
Sebastián Antonio
Villafañe, fundador y poblador del pueblo
de Manatí...)(6) |
Es igualmente interesante (para la Iglesia
manatieña) que el documento incluye las partidas
de defunción o entierro de Don Sebastián
(1753) y su señora esposa, doña María del
Rosario Aranda de los Ríos (1738), partidas
que por haber desaparecido el Libro I de
Defunción o Entierro (que cubría los años
1738 a 1772) son ahora las más antiguas existentes.(7)
Se señala que Doña Masayo, al hacer su testamento,
manda a crear una Capellanía de 200 pesos
para que con sus réditos(8) se cante anualmente
una misa en honor a Nuestra Señora de la
Candelaria el día primero de febrero.
Cambiaría esta cláusula, sin embargo, si
algún nieto, bisnieto o descendiente llegase
a ser cura, a que se rezase misas en honor
a N.S. de la Candelaria para que esos réditos
ayudasen a mantener a ese descendiente...
Sería interesante revivir esta costumbre,
como bien ha dicho uno de los descendientes,
convocando a genealogistas y descendientes
de los Villafañe de Aranda a Manatí. |
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Iglesia parroquial
Nuestra Sra. de la Candelaria,
de Manatí |
Si me preguntasen por qué hago la rectificación le diría, sencillamente,
que aunque CREO descender de la familia de
don Pedro Menéndez de Valdés, Teniente a
Guerra en el 1738, me CONSTA SER uno de los
dos presbíteros conocidos(9) que descienden
de Don Sebastián Antonio Durán de Villafañe
y de doña María del Rosario Aranda de los
Ríos. Este hallazgo único ha sido fruto de
la incansable búsqueda por la ascendencia
de mis antepasados directos y colaterales
y lo comparto para que se haga la debida
rectificación histórica al celebrarse la
Fiesta de la Presentación del Señor tanto
en el Municipio como en la Parroquia de Nuestra
Señora de la Candelaria y San Mateo de Manatí.
NOTAS
(1) Actas del Cabildo de
San Juan Bautista
de Puerto Rico, Publicación
Oficial del Municipio
de San Juan de Puerto Rico,
1968. Volumen
de las Actas de los años
1809-1810, Actas
38-43, pp. 72-89; Acta
47, pp. 96-98; Acta
72, pp.139-141. Volumen
de las Actas de los
años 1810-1812, Acta 31,
p. 50-82. Véase
también, Archivo General
de Indias (AGI),
Santo Domingo (SD), legajo
2680, del cual
tenemos una copia en nuestro
poder.
(2) La posición de Regidor
sería algo equivalente
a la del funcionario Asambleísta
moderno.
(3) Designación para señalar
a la persona
de color o una que no era
de sangre “blanca”
pura.
(4) No capitalizado cuando
se usa como título
de honor, lo es cuando
se refiere a un hidalgo
o noble.
(5) AGI, SD, legajo 2680,
folio 4v. (El énfasis
es nuestro)
(6) AGI, SD, legajo 2680,
Carta al Rey pidiendo
decreto de Hidalguía, primera
página, sin
foliación, el énfasis es
nuestro.
(7) AGI, SD, legajo 2680,
folios 78v-80 (si
tuviésemos el libro I de
Defunción o Entierros
podríamos indicar que vienen
del Archivo
Parroquial Nuestra Señora
de la Candelaria
y el Apóstol San Mateo,
Libro I de Defunción/Entierro,
folio 69v para Don Sebastián
Antonio y folio
2v para doña María del
Rosario).
(8) Para que con sus ganancias...
(9) El otro sería José
Ángel Borges Flores,
SJ.
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