ENSEÑAR INDIVIDUOS Y PUEBLOS
A RESPETAR EL ORDEN INTERNACIONAL
Un compromiso siempre actual: educar a la paz
Mensaje de Juan Pablo II
para la celebración
de la Jornada Mundial de
la Paz
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CIUDAD DEL VATICANO (VIS).
l cardenal Renato R. Martino, presidente
del Pontificio Consejo
“Justicia y Paz”,
presentó esta mañana en
la Oficina de Prensa
de la Santa Sede el Mensaje
de Juan Pablo
II para la celebración
de la Jornada Mundial
de la Paz, cuyo tema es:
“Un compromiso siempre
actual: educar a la paz”.
También estaban presentes
el obispo Giampaolo
Crepaldi, monseñor Frank
J. Dewane y Giorgio
Filibeck, respectivamente
secretario, subsecretario
y oficial del mismo dicasterio.
El cardenal Martino afirmó que el Santo Padre
“ha querido enmarcar el
tema del derecho
internacional núcleo del
mensaje- en el
contexto más amplio de
la educación a la
paz”.
“El mensaje se abre con
un urgente llamamiento
a los jefes de las Naciones,
a los juristas,
educadores de la juventud,
hombres y mujeres
tentados de recurrir al
terrorismo, invitando
a todos a considerar que
la paz es posible,
y si es posible, también
es un deber”.
La parte central del mensaje, dijo, se dedica
al tema de la educación
a la legalidad, entendida
como necesidad de ‘enseñar
a los individuos
y los pueblos a respetar
el orden internacional”.
El mensaje, continuó el
cardenal Martino,
“recuerda el principio
según el cual ‘pacta
sunt servanda’: los acuerdos
firmados libremente
deben ser cumplidos. (…)
Es oportuno recordar
esta regla fundamental,
sobre todo en los
momentos en que se percibe
la tentación de
apelar al derecho de la
fuerza más que a
la fuerza del derecho”.
El presidente del pontificio consejo afirmó
que el Papa considera “la
institución de
la ONU uno de los frutos
más relevantes del
derecho internacional tras
la tragedia de
la segunda guerra mundial”,
cuyo objetivo
es “la prohibición del
recurso a la fuerza”,
aunque con dos excepciones:
“el derecho natural
a la legítima defensa”
y “el sistema de seguridad
colectiva”.
“El debido reconocimiento
a la ONU continuó
Martino- está acompañado
por la invitación
a una ‘reforma’” de dicho
organismo, para
que “funcione eficazmente
para lograr sus
propios fines estatutarios,
que siguen siendo
válidos”.
Refiriéndose en concreto a lucha contra el
terrorismo, el Santo Padre
“ofrece dos importantes
indicaciones”. Por un lado
“evitar las causas
que originan situaciones
de injusticia; (…)
por otro, insistiendo en
una educación inspirada
en el respeto de la vida
humana en todas
las circunstancias”. La
segunda indicación
concierne a “la misión
del derecho internacional,
llamado a elaborar instrumentos
jurídicos
dotados de mecanismos eficaces
de prevención,
control y represión de
los delitos. En todo
caso, los gobiernos democráticos
saben bien
que el uso de la fuerza
contra los terroristas
no puede justificar la
renuncia los principios
de un Estado de derecho”.
“El Santo Padre dijo el
cardenal Martino-
subraya la necesidad de
que el derecho internacional
no puede prescindir de
presupuestos éticos
y morales. (…) Su objetivo
esencial es reemplazar
‘la fuerza material de
las armas con la fuerza
moral del derecho’”.
El mensaje concluye afirmando que “el valor
de la justicia se completa
con la caridad.
‘Por sí sola, la justicia
no basta’. (…)
‘El amor debe animar, pues,
todos los ámbitos
de la vida humana, extendiéndose
igualmente
al orden internacional’”.
Al final de la presentación,
los periodistas
preguntaron al cardenal
Martino sobre la
reforma de la ONU a la
luz de la guerra en
Irak. “La necesidad de
una autoridad superior
-dijo- está ya en la Encíclica
‘Pacem in
Terris’. Juan XXIII auspiciaba
ya esta reforma
y Pablo VI pedía que la
ONU se conformase
a las exigencias del mundo
de hoy. Juan Pablo
II en el discurso a la
ONU en 1995 pedía
que pasase de ser un órgano
administrativo
a un centro moral en el
que tuviera cabida
la familia de las naciones.
Este principio
se ha reafirmado también
en la carta enviada
por el cardenal Sodano
en el mes de junio
a Kofi Annan”.
Preguntado por la opinión de la Santa Sede
sobre la captura de Sadam
Hussein, el presidente
de “Justicia y Paz”, dijo:
“La Santa Sede
espera que esta captura
y el proceso que
seguirá en la sede apropiada,
contribuyan
a la pacificación y a la
democratización
de Irak y que sirvan para
reparar los daños
de esa derrota de la humanidad
que es siempre
la guerra, como ha dicho
Juan Pablo II”.
Respecto a la hipotética
condena a muerte
de Saddam,”el Santo Padre
afirmó Martino-
ha sido siempre contrario
a la pena de muerte,
y yo también lo soy”.
Fuente: VIS, 16 DIC 2003
Encontrará más información
y documentos en
www.vatican.va
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