SOLIDARIDAD Y RESPETO
ENTRE MUSULMANES Y CRISTIANOS
Texto en inglés del Discurso del Papa en
la Univ. de Ratisbona,
Alemania
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MIGRACIÓN E ITINERANCIA
DESDE Y HACIA LOS PAÍSES
DE MAYORÍA ISLÁMICA
CIUDAD DEL VATICANO, 22 JUN 2006 (VIS).
l documento final de la XVII Asamblea Plenaria
del Pontificio Consejo
para la Pastoral de
los Emigrantes e Itinerantes,
celebrada en
el Vaticano del 15 al 17
de mayo tuvo como
tema "Migración e itinerancia
desde
y hacia los países de mayoría
islámica".
"El fenómeno de la movilidad
humana
-dice el texto- plantea
no pocos problemas
también religiosos y espirituales,
además
de sociales, económicos
y políticos. Cuando
se trata de "Migración
e itinerancia
desde y hacia los países
de mayoría islámica",
la complejidad, la actualidad
y la importancia
del argumento se presentan
ante los ojos
de todos".
Refiriéndose a los "migrantes musulmanes
en los países de mayoría
cristiana",
el documento afirma que
"los católicos,
especialmente, están llamados
a ser solidarios
y a estar abiertos a compartir
con los inmigrados
musulmanes, conociendo
mejor su cultura y
su religión, y testimoniando,
al mismo tiempo,
los propios valores cristianos
también desde
la perspectiva de una nueva
evangelización,
respetuosa -desde luego-
de la libertad de
conciencia y de religión".
"En todo caso, del mismo
modo que es
necesario acoger a los
inmigrados musulmanes,
respetando su libertad
religiosa, es imprescindible
respetar la identidad cultural
y religiosa
de las sociedades que los
acogen".
"Ha parecido importante, además, saber distinguir,
en esto, lo que dichas
sociedades pueden
o no pueden tolerar de
la cultura islámica
y lo que se ha de respetar
o compartir, con
relación a los creyentes
de otras religiones,
con la posibilidad de dar
indicaciones, al
respecto, también a los
políticos, para una
justa formulación de la
legislación civil,
dentro del respeto de las
competencias de
cada uno".
"Dada la importancia, reafirmada, del
principio de reciprocidad,
confirmado por
el Santo Padre en su discurso
a los participantes
en la Plenaria, es necesario
establecer una
distinción entre esfera
civil y esfera religiosa,
también en los países islámicos.
En todo
caso, es fundamental en
dicho contexto, distinguir
entre Occidente y Cristianismo,
puesto que
con frecuencia los valores
cristianos ya
no inspiran actitudes,
posturas o acciones
(también en relación con
la opinión pública)
en el llamado mundo occidental".
Por cuanto respecta a la situación en algunos
países de mayoría islámica,
el texto afirma
que "sucede que cristianos,
y generalmente
los trabajadores inmigrados
pobres y sin
un verdadero poder contractual,
experimentan
graves dificultades para
que les sean reconocidos
sus derechos humanos. Además,
estos últimos
tienen escasa posibilidad
de hacer valer
su propia causa, en justicia,
pues pueden
ser fácilmente castigados
o expulsados".
"La Iglesia está, pues,
llamada a ayudar
a los migrantes cristianos
en esos países,
así como en todo el mundo,
dentro del respeto
de la legalidad y con el
interés de que se
elabore una justa legislación
con relación
a la movilidad humana y
con protección legal
de todos los que en ella
están implicados".
Hablando después de la "solicitud de
la Iglesia en los distintos
sectores de la
movilidad humana", la asamblea
insiste
en "la necesidad de crear
vínculos de
amistad, en un ambiente
de consideración
por las diferencias culturales
y religiosas,
también con aquellos que
piensan, como migrantes,
en regresar al lugar de
origen, o con los
estudiantes extranjeros
(internacionales),
que serán los futuros líderes
de sus países".
Subraya además la importancia
de "renovar
el empeño por implicar
a las mujeres, especialmente
en las decisiones que les
conciernen, así
como en la obra de convencer
a los padres
de familia a que ofrezcan
a las jóvenes una
educación equiparada con
la de los varones,
que incluya, naturalmente,
la formación ética".
El apartado "Escuelas y educación"
subraya que "es importante
garantizar
la educación de las nuevas
generaciones,
también porque la escuela
tiene un papel
fundamental para ganar
en la lucha contra
la ignorancia y los prejuicios,
y para conocer
correctamente y objetivamente
la religión
de los demás, poniendo
especial atención
en la libertad de conciencia
y de religión".
También es "indispensable realizar un
trabajo de verificación
de los textos escolares,
para la presentación histórica
en conexión
con las religiones, que
forja la propia identidad
y transmite una imagen
de la identidad religiosa
de los otros".
Asimismo, "los padres de
familia musulmanes
y sus responsables religiosos
han de ser
ayudados a comprender las
rectas intenciones
de los sistemas de educación
occidentales
y las consecuencias concretas
de un rechazo
a la educación impartida
en las escuelas
de estos sistemas, en cuyo
interior ellos
viven y crecen".
El último capítulo está
dedicado a "Los
Estados y la libertad religiosa".
"Puesto que, muy a menudo, el Estado da la
"forma" al Islam
en una determinada
Nación de mayoría
islámica, organiza el culto,
interpreta su espíritu
y transmite su patrimonio,
dando a la sociedad
un carácter globalmente
islámico, los no
musulmanes se sienten allí,
con mucha frecuencia,
ciudadanos de segunda
clase. Para los inmigrados
cristianos, la
dificultad, es, pues,
aún mayor. Por eso,
es necesario empeñarse,
en todas partes,
para que prevalezca
la cultura de la convivencia
entre los autóctonos
y los inmigrados, con
un espíritu de mutua
comprensión civil y
de respeto por los
derechos humanos de todos.
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The Modern
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Press Association
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Hay que buscar, además, caminos de reconciliación
y de purificación de las
memorias, así como
tratar de ser abogados
en la defensa de la
libertad religiosa -constante
imperativo
nuestro- y del bien común
para todos, y de
respetar las minorías.
Se trata, en tal caso,
de un signo muy claro de
auténtica civilización".
Finalmente se han considerado "algunas
causas de tensión y conflicto,
con el anhelo
de resolver con justicia
y prontitud esas
situaciones, además para
prevenir las guerras,
la violencia y el terrorismo".
"Habrá que evitar, en todo
caso -concluye
el texto-, que la religión
sea utilizada
abusivamente para inculcar
el odio hacia
los creyentes de otras
religiones, o por
motivos políticos o ideológicos.
Se espera,
pues, que los intelectuales
musulmanes y
cristianos, en nombre de
un común humanismo
y de sus respectivas creencias,
se planteen
los dramáticos problemas
relacionados con
el uso de la violencia,
todavía con frecuencia
perpetrada en nombre de
la religión".
CON-SM/MUSULMANES:CRISTIANOS/... VIS 060622
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