Oración por la Patria Puertorriqueña
Con motivo del desayuno
gubernamental auspiciado
por
la Sociedad Bíblica de
Puerto Rico, el 15
de enero del 2003
por Roberto Gónzález Nieves, OFM
Arzobispo Metropolitano
de San Juan, Puerto
Rico
La Virgen de la Providencia: patrona nacional
de Puerto Rico
Rafael Cordero: Maestro de próceres, Siervo
de Dios
El obispo Arizmendi : la caridad nunca muere
La talla de santos de cara a la historia
Censura
Altar consagrando a la Patria
Oración por la patria puertorriqueña
Oración para el V Centenario de evangelización
en Puerto Rico
Libros, devociones, documentos, encíclicas
sobre la Eucaristía
Confesemos a Jesucristo sin miedo ante el
mundo
|
|
|
¡IOS DE GLORIA Y MAJESTAD!
que en tu Providencia has creado
el mosaico de las naciones
y los pueblos del mundo,
y entre ellas, estas bellas Islas Puertorriqueñas
con su verdor y encanto;
tus hijos e hijas borincanos
acuden a Ti
en este momento crítico
de nuestra historia
para que comprendamos mejor
cómo responder a la vocación
de construir para Ti un
pueblo fiel
a la verdad de la identidad nacional puertorriqueña
que Tú nos has dado;
defensores de la dignidad humana, respetando
los derechos humanos,
comprometidos en la lucha
por la libertad,
la igualdad, el amor, la
misericordia y la
paz,
en el concierto de las
naciones.
Concédenos crecer en la santidad y la unidad
que necesitamos para llegar
al destino
al cual nos llamas por
el poder de Tu Espíritu.
Bendícenos para que seamos un pueblo solidario,
respetuoso, hospitalario;
construyendo una verdadera
familia de hermanos
y hermanas;
donde la diversidad enriquece,
tolera, discierne
y perdona;
donde la sabiduría y la
rectitud son la norma.
Perdona nuestras ofensas como pueblo.
Sobre todo, cuando permitimos
que el orgullo,
la ambición, el egoísmo,
la intolerancia
ideológica
y el deseo de poder nos
ciegan a las necesidades
de los pobres
y otros necesitados, especialmente,
a nuestros
hermanos y hermanas
en el pesebre materno.
¡Padre, rico en misericordia!
Te ofrecemos esta oración,
movidos por las huellas
y la ternura de tu
Presencia
que has puesto en cada
corazón humano
y que hemos reconocido
los cristianos
en el rostro de Cristo,
Nuestro Señor.
Amén.
* Lea la encíclica Iglesia de Eucaristía.
Libros Vidas de Santos Visite nuestra sección Amén
|