TOMÁS: DETERMINACIÓN EN SEGUIR A JESÚS
Benedicto XVI dedicó la catequesis de la
audiencia general de los miércoles al apóstol
Tomás. La audiencia se celebró en la Plaza
de San Pedro y contó con la presencia de
30,000 personas.
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"El caso del apóstol Tomás -subrayó Benedicto
XVI- es importante
para nosotros por tres
razones: nos consuela
en nuestra inseguridad
(...), nos demuestra
que cualquier duda puede
llegar a una solución
luminosa más allá de
cualquier incertidumbre."
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CIUDAD DEL VATICANO, SEPT. 2006 (VIS).
A personalidad de Tomás se caracteriza, explicó
el Papa, "por su determinación
en seguir
al Maestro" y puso como
ejemplo la exhortación
del apóstol a sus compañeros
a acompañar
a Jesús a Jerusalén sabiendo
cuál era el
peligro que corrían. Esta
determinación "revela
la disponibilidad total
en la adhesión a
Jesús hasta identificar
la propia suerte
con la suya. (...) La vida
cristiana se define
como una vida (...) que
se transcurre junto
a Jesús".
Tomás interviene también
en la Última Cena,
cuando pregunta a Cristo
qué camino deben
tomar para compartir su
destino porque no
lo conocen, y Jesús le
responde: "Yo
soy el Camino, la Verdad
y la Vida".
"Cada vez que escuchamos
o leemos estas
palabras -dijo el Santo
Padre- podemos sentirnos
idealmente al lado de Tomás
e imaginar que
el Señor nos habla así
como le habló. Al
mismo tiempo su pregunta
nos confiere el
derecho, por decirlo así,
de pedir explicaciones
a Jesús. Expresamos así
la limitación de
nuestra capacidad de entendimiento,
pero
al mismo tiempo adoptamos
la actitud confiada
de quien espera luz y fuerza
de quien puede
dárselas".
La escena más conocida de Tomás es la de su
incredulidad, cuando
el apóstol dice a Jesús
resucitado que no
lo reconocerá si no mete
la mano en la llaga
de su costado. "En
el fondo de estas
palabras brota la convicción
de que Jesús sea
ya reconocible no tanto
por el rostro sino
por las llagas. Tomás
piensa que los signos
de identidad de Jesús
sean sobre todo las
llagas, que revelan hasta
qué punto nos amó.
En esto el apóstol no
se equivocaba".
"El caso del
apóstol Tomás -subrayó
Benedicto XVI- es
importante para nosotros
por tres razones:
nos consuela en nuestra
inseguridad (...),
nos demuestra que
cualquier
duda puede llegar
a una solución luminosa
más allá de cualquier
incertidumbre (...)
y porque las palabras
que Jesús le dirige
nos recuerdan el
sentido verdadero
de la
fe madura y nos alientan
a proseguir, a pesar
de las dificultades,
en nuestro camino
de
adhesión a su persona".
AG/TOMAS/... VIS 060927 (390)
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