por Luis Echevarría
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LEGARON AL ANOCHECER del 5 de agosto de 1816 a las playas de
la isla caribeña de Vieques.
Con un insospechable
silencio para no alertar
a las tropas españolas,
desembarcaron del bergantín
El indio libre. Venían hambrientos y exhaustos de una peligrosa
y extensa travesía. Eran
miembros de una
complicada expedición libertadora
que había
comenzado hacía cinco meses
en Haití. Quien
comandaba la quijotesca
empresa era el hombre
que se propuso quitarle
la América a la monarquía
española. Recientemente
había cumplido 33
años. Su nombre: Simón
Bolívar.
Bolívar venía navegando
desde la costa norte
venezolana donde había
sufrido la derrota
de sus aspiraciones de
reconquistar el territorio.
Traía en su tripulación
mujeres, niños y
unos cuantos ancianos,
por lo cual decidió
dejarlos en la isla danesa
de San Thomas,
ya que no podía seguir
siendo responsable
de sus destinos en momentos
tan precarios.
Bolívar estaba en una posición desesperada; deprimido de su propio fracaso, sin víveres,
agua y dinero. Es cuando
concibe la idea
de desembarcar en la pequeña
isla de Vieques,
ubicada al Este de Puerto
Rico.
Cerca de la costa, y cuando
se les aproximaba
un velero español, su bergantín
encalló ya
que nadie conocía las aguas
del lugar. El
capitán de la embarcación
española subió
a bordo delIndio Librepara
examinar su documentación
y cayó en manos de Bolívar.
A cambio de dejarlo
con vida y a toda su tripulación,
el capitán
español concedió al Libertador
transportar
a las damas hacia San Thomas,
ayudarlo a
desencallar su nave, entregarle
un pequeño
bote que tenían y prometerle
que no volvería
por esos mares porque él
estaría esperándolo.
Vieques en esa época era una isla visitada constantemente por
piratas y corsarios por
lo que el gobierno
español apenas se mostraba
interesada en
ella. Fue por el litoral
occidental de la
isla por donde Bolívar
y sus seguidores recorrieron
la región desconocida,
a la luz de la luna.
Los miembros de la expedición bolivariana
provenían de diferentes
regiones; eran granadinos,
haitianos, franceses, españoles,
ingleses
y venezolanos, desterrados
como su jefe supremo.
Algunos de ellos eran corsarios
de Luis Brión,
un singular personaje nacido
en Curazao que
admiraba a Bolívar y quien
ayudó económicamente
en la intrépida expedición.
En la isla de Vieques, vivía entonces un ciudadano con título
de comandante llamado Juan
Roselló. A las
ocho de la noche según
su mismo testimonio,
la "partida de ynsurgentes"
como
los describió, interrumpieron
en su casa
situada a una milla de
la playa. En su relato
cuenta que:
le mataron cuatro bueyes, todas las gallinas,
le robaron dos
barriles de sal,
uno y medio de harina, el
baúl con ropa y
papeles que contenía,
con 186 pesos metálicos,
unos pocos
del que da el parte
y el resto lo tenía guardado
de particulares.
También un esclavo
de su propiedad, hachas
y demás
instrumentos del
trabajo; una carabina, un
par de pistolas,
con cuanto contenía
la casa... |
Los expedicionarios estuvieron cinco días en Vieques según el
informe del Comandante.
Este informe, es
el único documento existente
en el Archivo
General de Puerto Rico
sobre la visita, "según
noticias de varios sugetos
de la ysla con
quienes se entendieron....a
bordo del referido
bergantín venia el Bolívar
mentado de la
Costa Firme...".
Una vez abastecidos, los
expedicionarios
dejaron las aguas borinqueñas.
No le quedaba
más remedio que regresar
nuevamente a Venezuela
a continuar la lucha, y
después de treinta
y tres días de navegación
desde que partió
de la isla holandesa de
Bonaire hacia San
Thomas, arribó al puerto
de Güiria, situado
en el oriente del país
donde esperaba reunir
las tropas revolucionarias.
Pero Bolívar habría de sufrir un amargo desengaño. A su llegada, los oficiales
de la expedición José Bermúdez
y Santiago
Mariño no sólo se negaron
a reconocer su
autoridad debido al fracaso
de la expedición,
sino que también le hicieron
abandonar el
puerto después de intentar
herirle y asesinarle
con un grupo de amotinados.
Bolívar se defendió con
su espada, retrocediendo
a su embarcación y sin
otra alternativa que
regresar al único lugar
donde podía sentirse
fuera de peligro, Haití.
La expedición estuvo llena de dificultades: la constante presencia de flotas españolas
en las aguas del Caribe
y las costas suramericanas,
informaciones falsas, deserciones,
confusión,
una población que no respondió
a su ayuda
como él esperaba, la propaganda
del gobierno
anunciaba que Bolívar traía
una invasión
negra de libertos, y todo
un equipo militar
que se abandonó en las
playas venezolanas.
A su regreso hacia Haití,
una tormenta azotó
su expedición durante tres
días. Agostados
y casi como náufragos,
llegó finalmente al
pequeño puerto de Jacmel.
Mas Bolívar no
se desilusionaba fácilmente
antes cualquier
fracaso, él tenía una misión
que cumplir.
Más de una vez dijo que
él era "el hombre
de las dificultades".
Gracias a Alejandro Sabés Petion (1770-1818), el generoso presidente de Haití
quien nuevamente lo ayuda
en su expedición,
Bolívar se puso rumbo a
Venezuela a mediados
de diciembre de 1816, para
su tercer intento
de reconquistarla.
Después de la estadía de
Bolívar en Vieques,
el gobernante de Puerto
Rico Salvador Meléndez
Bruno ordenó la construcción
de un fortín
militar en donde se presume
desembarcó la
expedición bolivariana
en las costa de Puerto
Real, y cuyas obras finalizaron
en 1824.
Hace 184 años que Vieques tuvo la presencia de Simón Bolívar, el hombre
que pensaba en términos
de continentes, de
nueva y poderosas instituciones,
de humanidad,
de libertad para los hombres,
de justicia,
en la unión de los países
americanos, en
la creación de un nuevo
derecho, de poder
verdadero y respetable
para las nuevas naciones.
Deseaba más que nadie en
ese momento un nuevo
y más justo equilibrio
del mundo con una
América libre y rica que
"pudiera mostrar
al Mundo Antiguo la majestad
del Mundo Moderno".
Vieques formó así parte
en la lucha de Simón
Bolívar en busca de un
continente libre del
abuso militar, social y
político del Imperio
Español, en uno de sus
momentos mas difíciles.
"Dios concede la victoria a la constancia" dijo Bolívar, y con
esas palabras hoy su lucha
continúa cuando
es otro imperio el que
abusa de la salud,
del bienestar, del porvenir,
la paz y de
la libertad de Vieques.
Un año antes de su presencia
en Vieques,
Bolívar había escrito:
Las Islas de Cuba y Puerto Rico que entre
ambas puedan
formar una población
de setecientas a ochocientas
mil almas,
son las que más tranquilamente
poseen los
españoles, porque
están fuera del contacto
de los independientes.
Mas ¿no son
americanos estos
insulares? ¿no son vejados?
¿no desean
su bienestar? |
La historia a veces trae coincidencias irónicas. En Vieques en el
1816, es un servidor del
imperio español
llamado Roselló quien representa
al gobierno.
Luego otro Rosselló, como
gobernador de Puerto
Rico, le serviría al imperio
estadounidense
el cual mantiene a la isla
de Vieques bajo
su dominio.
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FUENTES:
1. Simón Bolívar: Gerhard Masur (editorial
Grijalbo, México 1960)
2. Bolívar en Vieques: Juan Augusto y Salvador
Peria (Ateneo Puertorriqueño,
Sociedad bolivariana
de Puerto Rico 1970)
3. El Libertador: Augusto Mijares (Academia
Nacional de la Historia,
Venezuela 1987)
4. Luis Brión Almirante de la libertad: Manuel
Díaz Ugueto (Monte Áavila,
Venezuela 1993)
5. Bolívar. El Libertador: Gillette Saurat
(Oveja Negra, Colombia
1987)
6. Simón Bolívar: Tomas Polanco Alcántara
(Venezuela 1994)
7. Escritos del Libertador: Vicente Lecuna
(Caracas 1948)
8. Bolívar en las Antillas: Demetrio Ramos
Pérez (Real Academia de
la Historia, Madrid
1986)
9. Documento : Transcripción y nota, Bolívar
en Vieques: Luis de la
Rosa Martínez (Revista
Caribe,1983-84).
Le invitamos a leer también:
Vieques la Isla Nena de Puerto Rico
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