Manuel Gregorio Tavárez
Por Luis R. Negrón Hernández
*Música de fondo: la danza Margarita
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ANUEL GREGORIO TAVÁREZ -como escribió el periódico El Pueblo ante su muerte- había nacido para vivir
con el arte, para el arte
y por el arte,
siendo el piano el complemento
de su ser.
Nació en noviembre de 1843
en San Juan de
Puerto Rico. Sus padres
don Manuel Alejandro
Tavárez, de nacionalidad
francesa, y doña
Dominga Ropero, de San
Juan, descubrieron
y alentaron la gran sensibilidad
de su hijo
hacia las artes, en particular
la música.
Comenzó a tomar lecciones de piano desde pequeño.
Muy pronto muchos descubrieron
su talento
y con el patrocinio de
la Sociedad Económica de Amigos del País logró alcanzar su sueño de estudiar en el
Conservatorio Imperial
de Música en diciembre
de 1858. Estudiaba bajo
la tutela del maestro
Auber. Los compositores
Mozart y Chopin eran
los ídolos de aquel adolescente
sanjuanero.
Compuso allí en la ciudad
luz su "Gran
fantasía de concierto".
Mas el destino le cortó
las alas al caer
víctima de una terribe
enfermedad que le
paralizó su mano y oído
izquierdos, a sólo
diez meses de estar en
el Conservatorio.
Se temía que falleciera.
Tuvo que regresar
muy desilucionado y enfermo
a San Juan.
El joven Manuel Gregorio resistió. No se amainó
ante su desgracia, y retó
las circunstancias.
Continuó esforzando su
mano izquierda raquítica
y torpe que le querían
arrebatar su sueño
de gran pianista. Por su
gran esfuerzo logró
dominar y superar las dificultades.
Quiso
ser un pianista notable
y lo alcanzó para
gloria de Puerto Rico.
¡Muy pronto interpretaba
magistralmente el difícil
"Vals de Concierto"
para la mano izquierda!
Escribió notables
composiciones como la sinfonía
"A Campeche".
Pero fueron sus danzas
puertorriqueñas la
que lo popularizaron, siendo
Margarita, "el quejido de un corazón apasionado",
la más famosa [la pieza
tocando de fondo
musical].
Otras de sus obras fueron
los "Cuadros
musicales" con sus cuatro
composiciones
"Recuerdos de antaño",
"la
Virgen de Borinquen", "Dicha
fugaz"
y "La hamaca". Compuso
"Súplica
a mis amigos" de Gautier
Benítez, y
la canción "El Proscripto"
con
letra de Amy, y la marcha
"Redención".
Fue la ciudad señorial de Ponce la que disfrutó
de sus presentaciones
en fiestas, salas residenciales,
conciertos y recitales;
la que lo colmó de
distinciones. Como
en San Juan, se desempeñó
en Ponce como maestro
de piano, sobresaliendo
entre sus alumnos
Juan Morel Campos y Gonzalo
Nuñez.
Además de ser miembro de la Sociedad de Amigos de País de la Isla y de la dominicana, fue socio
honorario del Casino
de Ponce, del Orfeón
Ponce y del Centro
de Recreo.
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Reyes Magos
con el niño Jesús
envuelto en la bandera
-serigrafía- |
Cuando pensaba coleccionar e imprimir su obra
musical como patrimonio
para sus cuatro hijos
pequeños, le sorprendió
la muerte a los cuarenta,
el primero de julio de
1883. Su cuerpo fue
embalsamado y expuesto
en capilla ardiente
en la sala del "Orfeón
Ponceño",
donde el pueblo acudió
a despedir al aclamado
pianista y compositor boricua.
Su entierro
fue imponente, muy concurrido
y acompañado
de acordes musicales de
varias orquestas.
¡No olvidemos a los que
hacen resplandecer
la estrella de nuestra
bandera nacional!
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