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La circulación monetaria mexicana en Puerto
Rico:
1876 - 1895
Los distintos caminos de una crisis
Por Dr. Carlos R. Casanova
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n 1881, la Sociedad Anónima de Crédito Mercantil expuso en su Memoria el informe de las utilidades obtenidas,
beneficio líquido; y movimientos
de capital
en Caja durante los años
de 1877 a 1881.
Además de publicar las
cifras dicha sociedad
anuncia proyectos de expansión
en sus operaciones:
un total de 47.983.850,30
millones de pesos
constituyó ese movimiento
de caja.
E ntre los proyectos
de expansión se encontró
que dicha Sociedad
tenía para 1887 capacidad
de convertirse en
Banco, si bien no se constituyó
en tal hasta 1890,
lo cierto es que desde
5 de mayo de 1888
mediante Real Decreto se
concedió a Don José
T. Silva,Don Pablo Ubarri, Don Guillermo Mullenhoff (de Mullenhoff y
Körber), |
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Don Enrique Vijande (de Vijande y Cía.),
Don José Caldas, y Don Manuel Vicente, directores
de la expresada Sociedad, la concesión del
Banco Español de Puerto Rico. La entidad
creada, generó durante los siguientes años,
recursos efectivos y beneficios netos que
oscilaron entre uno y seis millones de pesos
más unos 44 mil y 177 mil pesos respectivamente.
Creo que en Puerto Rico había las condiciones
para generar y esperar obtener buenos negocios,
pero todo ocurre cuando termina el siglo,
en Cuba todo se inició más temprano, el ferrocarril,
el Banco, las Centrales, ¿cuáles eran las
diferencias esenciales entre ambas islas?
La circulación monetaria de todo el final
de siglo había creado ya
para 1897 efectos
negativos que provocaron
la pérdida de créditos
para mucha gente en la
Isla, y que junto
a la guerra hispano-americana
sumió a Puerto
Rico en una situación de
indefensión frente
al alza abrupta de los
tipos de cambio. Había
una considerable cantidad
de dinero metálico
en la Isla, las operaciones
mercantiles que
de alguna forma estaban
vinculadas a las
entidades antes mencionadas
debieron ser
de un volumen mayor; quizá
entre unos 16
y 18 millones en deudas
privadas e hipotecas
y entre 20 y 25 millones
por concepto de
aceptaciones, letras de
cambio y otras transacciones
mercantiles poco fiables.
Según el Informe Carroll:
These sums, representing a large quantity
in proportion to
the general wealth
of the Island, must not
be lost sight of
in
the settlement of
the question under consideration,
especialy
when is remembered
that the disbursments
they represent
were made in colonial
or Mexican money and,
as regards the
private and commercial
obligations....when
exchange on
New York fluctuated
between 20 to 70 percent
premium... |
La circulación monetaria estaba estimada para
1895 (antes del canje)
en aproximadamente
unos siete (7) millones
y para 1898 (con
el último canje a U.S.
Doblar) en unos seis
millones de pesos provinciales.
Las grandes cantidades
que se registran en
los libros de cuenta como
transferencias
eran capitales que según
A. Cubano se destinaban
para asegurar el retiro
de un propietario.
Este hecho expresa un claro
desinterés por
invertir y desarrollar
una economía agro-exportadora.
Por otra parte, aunque
el gobierno insular
no prestó el apoyo necesario
para que la
agricultura se modernizara
ni se diversificara
hasta la década de 1890,
al final del siglo
parece que se interesó
por remediar la situación
al tratar de facilitar
los medios de comunicación
terrestre.
Este examen preliminar sobre las alusiones
al tema monetario, demuestra
la necesidad
de acercarnos con precaución.
Son muchas
las áreas en las que interviene
la circulación
monetaria. Su historia
se registra inicialmente
en un debate público, la
prensa que abiertamente
se identificaba con los
partidos políticos
publica todo lo concerniente
al tema monetario.
Los intereses particulares
están en conflicto
y la unidad (en caso de
haberla) entre sectores
no era tan firme como para
aventurarse a
dar pasos atrevidos y que
los sacara de la
crisis monetaria. Y esto
nos lleva a tener
que pensar detenidamente
sobre lo qué es
una crisis. Por lo pronto,
lo reseñado hasta
ahora no toca en nada este
asunto, creo sin
embargo, que los mecanismos
empleados por
los hacendados cañeros
para sortear la crisis
monetaria y el descenso
de sus exportaciones
fue otorgar préstamos a
los caficultores.
De igual modo procedieron
algunos comerciantes
que concedían crédito a
caficultores, que
en caso de incumplimiento
de pago, expropiaban
la finca, la conservaban
por varios años,
la daban en arrendamiento
y luego la vendían.
Existe una relación entre
las operaciones
mercantiles con la exportación
de azúcar
y café, y el movimiento
de los cambios, ambos
productos eran en Puerto
Rico una mercancía
cuyo coste de producción
se pagaba en moneda
devaluada; el precio del
café se fijaba en
Europa.
En Londres o en Hamburgo, este precio era
fijado en patrón oro. El
comerciante exportador
no era ajeno a ese hecho,
la publicación
de los cambios monetarios
en Londres así
lo evidencia. Entonces
habría que investigar
qué exportadores de café
tenían cuentas en
Europa, este hecho ya apunta
a lo siguiente:
el precio del café es fijado
en patrón oro,
el precio del azúcar en
Nueva York fijado
(en oro o plata) muestra
diferencias respecto
al peso mexicano, ya que
este último tiene
en el cambio una penalidad
mucho mayor. Los
libros de cuenta de los
hacendados cañeros
y cafetaleros tendrán que
registrar esas
diferencias, es la misma
circunstancia para
los comerciantes. A unos
convenía que hubiese
una moneda devaluada y
a otros les interesaba
un patrón monetario fuerte
como el oro.
Los pequeños comerciantes
que dependían de
los comerciantes en San
Juan concentraban
su actividad crediticia
en otorgar préstamos
en los ayuntamientos donde
residían, tomaban
mercancía a refacción que
luego era vendida
en San Juan a un exportador.
Es muy probable
que estos comerciantes
reflejaran uno de
los ángulos que se ha registrado
en la prensa:
la preocupación del acreedor
ante los movimientos
de valor de la moneda y
los intereses en
préstamos de corto plazo
con la cual sus
deudores pagarían los créditos
tomados. Es
posible que en San Juan,
comerciantes como
Mullenjof y Körber, Vijande
y Cía., especializados
en la venta de Letras tomasen
precauciones
en sus operaciones; el
precio del oro y la
plata, el precio de los
intereses, más el
cargo de la transacción
sobre una letra o
crédito sobre peso mexicano.
Un sector proclamaba que era necesaria la
modernización de la infraestructura
económica,
abogaba implícitamente
por una moneda fuerte.
Esto supone que al examinarse
el debate sobre
el canje monetario debe
tomarse en consideración
que el motivo de los hacendados
cañeros al
defender una moneda devaluada
se fundamentaba
no en la ganancia nominal.
Se trataba de
poder colocar un producto
en un mercado con
precios que les eran desfavorables.
Y por
otra parte, el motivo de
los comerciantes
exportadores pudo ser,
obtener una ganancia,
producto de la diferencia
de los cambios.
Algunos importadores expresaron
interés en
una moneda fuerte porque
podían adquirir
maquinaria o artículos
de importancia, librándose
de paso, del elevado costo
de los cambios.
Este era el caso de Manuel
Villamil y Fidel
Benero, ambos, comerciantes
exportadores-importadores
de Manatí y defensores
del canje a patrón
oro y acreedores de un
significativo número
de caficultores.
La revisión que he hecho
sobre el período
de años entre 1876 y 1898,
indica que el
problema monetario de la
Isla tomó distintos
caminos y por tanto no
es posible encontrar
opiniones uniformes en
ningún sector, además
en los estudios publicados
que tocan el tema
de la moneda se demuestra
que la devaluación
monetaria era conveniente
para los productores
y exportadores de caña.
Astrid Cubano, sostiene
que también era beneficioso
para el productor
de café expresa sus ideas
en los siguientes
términos:
Parece claro también que la moneda devaluada
y la política
estatal fueron la
base de un lucrativo comercio
de exportación
de café... en Puerto
Rico los caficultores
y comerciantes
dependían de la devaluación
monetaria para
poder hacer
sus pagos locales.
Para hacer frente a la
devaluación
internacional de
la moneda de más uso en
Puerto Rico,
el peso de plata
mejicano, el gobierno había
fijado un valor
más alto en esa moneda.
De este modo, la
isla atrajo más
pesos mejicanos devaluados
en el exterior. |
Astrid Cubano dice además- de 1885 y 1891,
a partir de 1892 hasta
1896 tanto el azúcar
como el café reflejan un
comportamiento análogo
en el precio, esto es que
hay un ascenso
y descenso simultáneo.
En la Balanza Mercantil
de Puerto Rico entre
los años de 1876 a 1896
Francia y Alemania
aparecen como el segundo
y tercer comprador
de café respectivamente.
El comprador más
importante del café de
Puerto Rico en Europa,
lo fue durante los años
de 1890 a 1897, España.
En cuanto a la exportación
de café dirigida
a Inglaterra para entrar
en Europa, la Balanza
Mercantil de Puerto Rico
registra que los
valores exportados no excedieron
de entre
100.000 y 300.000 pesos
durante esos años,
una cantidad realmente
insignificante. (Ver
gráficos sobre este particular.)
Cuba, era
en lo que concierne a todos
los compradores,
el principal comprador
de Café puertorriqueño.
"El café.. .se vendía a
España, Cuba,
y a varios puertos europeos
directamente
o vía Inglaterra. Entre
1890 y 1895 los países
europeos (Francia, Alemania,
Italia, Austria)
compraban el 42% de la
cosecha de la Isla.
Durante ese período España
y cuba compraron
un 35% y un 23% respectivamente."
Los
precios favorables para
el café hicieron
de este cultivo una alternativa
para la exportación.
Esto ocurrió entre los
años en que Cuba se
fortalecía la economía
del azúcar, lo que
permitía adoptar el patrón
oro." Esta
es una observación muy
interesante, que demuestra
porque no se puede evaluar
a ambas colonias
antillanas con los mismos
criterios. Cuba
fortalecida en sus exportaciones
azucareras
tenía un patrón oro como
sistema monetario,
Puerto Rico apenas podía
exportar azúcar
satisfactoriamente y la
producción cafetalera
comenzaba a incrementarse,
tenía una circulación
monetaria de plata devaluada.
El gobierno de Puerto Rico o el Ministerio
de Ultramar no fijaron
tasas de cambio en
Puerto Rico, sólo se determinó
a partir de
1885 un porcentaje de descuento
para que
se admitiera en el Tesoro
la moneda el peso
mexicano (éste era equiparado
a un Duro español
de 0,95 lo que es igual
a 4,75 pesetas en
1892). Y en Madrid el cambio
era según los
datos que aparecen en el
cuadro 1. El peso
mexicano se tomó por su
valor nominal desde
el momento de su entrada
para las transacciones
comerciales y ya he señalado
como los comerciantes
obtenían beneficio de esta
circunstancia.
Todo parece indicar que
el gobierno de la
Isla tomaba decisiones
en concurso con los
comerciantes de San Juan
sobre cómo enfrentar
los movimientos de valores
sobre el oro y
la plata; éstas eran enviadas
en calidad
de recomendaciones al Ministerio
de Ultramar,
que aceptaba respondiendo
en forma de Decreto.
Lo cual indica que en realidad
era el comercio
y el mercado de estos metales
lo que determinaba
una política. No hay evidencia
hasta ahora,
de que el Ministerio de
Ultramar hubiese
diseñado una política monetaria
específica
para Puerto Rico. El gobierno
de la Isla
preparaba sus sugerencias
y aplicaba los
Decretos que a ese respecto
venían del Ministerio
de Ultramar.
En los años de 1896 en adelante, el precio
internacional de café bajó,
pero las exportaciones
de café a los mercados
de Cuba y España no
descendieron muy al contrario
iban en aumento,
al menos es lo que he observado
en la Balanza
Mercantil de Puerto Rico
entre 1877 y 1897.
No estoy seguro de que
los productores de
café experimentaran una
situación igual a
la de los productores de
caña de azúcar.
Sí, sugiero que el productor
de café cobraba
en plata pero no creo que
esto le fuera beneficioso,
había buenos precios, no
se veía obligado
a recurrir a la plata mexicana
de la misma
manera en que lo hizo el
hacendado cañero.
Esto explica porque los
exportadores de Café
Fidel Benero y Manuel Villamil
defendieron
el canje al patrón oro
en la comisión que
evaluó en 1893 las vías
para este propósito.
Si los precios bajaban
como de hecho ocurrió
no bajó su exportación
como fue el caso de
los hacendados cañeros,
más bien ocurrió
todo lo contrario. Respecto
a los comerciantes
ha sido demostrado que
el comerciante exportador
generalmente lograba obtener
los beneficios
buscados a través de los
cambios en la depreciación
de la plata. Este exportador
al actuar como
cambista ejercía una de
las funciones del
banco, en ausencia de éste.
Notas bibliográficas
Empezar en la p. 1
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