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Lea de Llorens Torres: Una noche con Barceló en Caguas

 
l mayor contribuyente puertorriqueño al modernismo hispanoamericano. Nació en el barrio Collores, de Juana Díaz.

Estudió en Maricao y prosiguió estudios superiores en Barcelona. Obtuvo el grado de abogado y doctor en Filosofía y Letras en la Universidad de Granada.

En dichas ciudades ibéricas publicó en 1898 "América", una colección de estudios históricos y filológicos, y el poemario "Al pie de la Alhambra" en 1899.

Llorens se destacó como político, abogado, ensayista y dramaturgo. Sobresalió entre los poetas modernistas. Con Nemesio R. Canales publicó las revistas "Juan Bobo", de estilo satírico-literario, e "Idearium". Fundó la Revista de las Antillas en 1913. En esta revista publicó su teoría de estética del pocalismo (todo es bello) y del panedismo (todo es verso).

Foto: plaza e iglesia parroquial de Juana Díaz.

Entre sus obras se destacan además la obra teatral "El Grito de Lares" (1914), obra en tres actos. En dicho año también publicó "Sonetos Sinfónicos". En 1929, "La canción de las Antillas", en 1935 los poemarios "Voces de la campana mayor" y su último libro de carácter antológico, "Alturas de América" en 1940. Foto: paisaje, lago y montañas del municipio de Juana Díaz.

Sus poemas más conocidos: "Valle de Collores", "Aguadilla" y "Poema de Vieques" (incluidos al final de la página); "Puntos cubanos", "Pancho Ibero", "Aguadillana", "Décima", "El patito feo", "Tu carne", "Tristeza, "Mulas y arrieros", "Guajira", "La mujer puertorriqueña", "Mi yunta de bueyes", "El pirata Cofresí", "El zapatito azul", "Soneto a Bolívar", "Tristeza jíbara", "Velas épicas", "La arroba de maíz", "Trova", "Fuenteovejuna" y "Rapsodia criolla".

VALLE DE COLLORES Cuando salí de Collores fue en una jaquita baya, por un sendero entre mayas arropás de cundiamores. Adiós, malezas y flores de la barranca del río, y mis noches del bohío, y aquella apacible calma, y los viejos de mi alma, y los hermanitos míos. ¡Qué pena la que sentía, cuando hacia atrás yo miraba, y una casa se alejaba, y esa casa era la mía! La última vez que volvía los ojos, vi el blanco vuelo de aquel maternal pañuelo empapado con el zumo del dolor. Mas allá, humo esfumándose en el cielo. La campestre floración era triste, opaca, mustia. Y todo, como una angustia, me apretaba el corazón. La jaca a su discreción, iba a paso perezoso. Zumbaba el viento, oloroso a madreselvas y a pinos. Y las ceibas del camino parecían sauces llorosos. No recuerdo como fue (aquí la memoria pierdo) Más en mi oro de recuerdos, recuerdo que al fin llegué, la urbe, el teatro, el café, la plaza, el parque, a la acera... Y en una novia hechicera, hallé el ramaje encendido, donde colgué el primer nido de mi primera quimera. Después, en pos de ideales. Entonces, me hirió la envidia. Y la calumnia y la insidia y el odio de los mortales. Y urdiendo sueños triunfales, vi otra vez el blanco vuelo de aquel maternal pañuelo empapado con el zumo del dolor. Lo demás, humo esfumándose en el cielo. Ay, la gloria es sueño vano. Y el placer, tan sólo viento. Y la riqueza, tormento. Y el poder, hosco gusano. Ay, si estuviera en mis manos borrar mis triunfos mayores, y a mi bohío de Collores volver en la jaca baya por el sendero entre mayas arropás de cundiamores.

El 6 de enero, la población de Juana Díaz celebra en grande la Epifanía, con sus Tres Reyes Magos que parten a visitar los diferentes pueblos de la Isla. La caravana finaliza de regreso en su plaza Román Baldorioty de Castro donde ofrecen sus dones al Niño Jesús. Estas fiestas de Juana Díaz se remontan al 1884. POEMA DE VIEQUES Vieques: Don Pepe Benítez, Cayita, caña y canción. Vegas de sol y de azúcar, playa de coco y de sol... La Isla Madre, la isla encinta, rompió el mar su dolor; la Isla Madre abrió su entraña y la Isla Nena nació; Vieques, Isabel Segunda, Cayita, caña y canción; la caña canta en el llano, y en el monte el ruiseñor... La Isla Madre abrió su entraña y, la Isla Nena nació; del Heráldico cordero, polluelo que debajo de las alas se salió; becerrito, becerrito becerrito corredor, que la leche toda espuma de la mar desgaritó... La Isla Nena es de la madre que la parió con dolor, de la madre que al parirla se salió del corazón. AGUADILLA ¡Aguadilla! Por ti yo brindo desde la cuesta del Tamarindo. ¡Aguadilla! Flor de Aguadilla. La vieja, noble y cristiana villa. Ciudad de roja tierra caliente, embelesada bajo una fuente. Donde el hocico de la montaña baja hasta el mar y en el mar se baña. Rada que templa con su frescor sus infusiones de flor solar. Mar que se le echa debajo del sol. Sol que desmáyase sobre el mar. ¡Aguadilla! Panal de abeja. Leche de cabra. Vellón de oveja. Ave en el nido. Hembra en la hamaca. Dorado gallo. Plateada jaca. Sendas olorosas del Guajataca. ¡Aguadilla!… Clavo. Canela. Café. Jengibre. Coco. Cazuela. Lares. Aguada. Moca. Isabela… Cruz de las ínclitas naos colombinas, clavada al margen del Culebrinas. Cruz que te aroma de olor a santa. La ola reza. La piedra canta ¡Aguadilla!… Por ti es que brindo desde la cuesta del Tamarindo.