DOLOROSA MUERTE DE SEGUNDO RUIZ BELVIS
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Segundo Ruiz Belvis: un canto al sacrificio
y a la libertad
Proclama que circuló en P.R. ante el fallecimiento
de Ruiz Belvis
Cenizas de Ruiz Belvis
Foto, urna con los restos
del prócer
BETANCES INTENTA RECAUDAR FONDOS EN CHILE PARA DARLE UNA DIGNA SEPULTURA A RUIZ BELVIS
Él llevaba mil pesos, una sortija de diamante,
que no la abandonaba
nunca,
del valor de mil
pesos... su reloj,
de 150
a 200 duros. Después
de hechas
las averiguaciones,
asegurarle una sepultura
por algunos años
o para siempre
si alcanza el dinero
que hay allá depositado.
Al mismo tiempo que
se ocupe
del objeto principal, podrá usted, mejor
que nadie, tocar todos los resortes
para saber si Chile
(el gobierno o el
pueblo),
quiere prestarnos
algún socorro.
Supongo que el señor
Victoria le dará
a usted
alguna carta para
el señor Butter
y el ministro. El
primero podrá promover
una suscripción que
nos sea de alguna
utilidad; me parece
imprudente (sic) que
usted se haga conocer
de él como
miembro de nuestro
Comité, y así verán los
chilenos que no es
un hombre solo
el que se interesaba
por la independencia
de Puerto Rico. Segundo
pasaba
entre nosotros como
Presidente del Comité. |
DIAGNÓSTICO MÉDICO ANTE LA MUERTE DE RUIZ BELVIS
EL DOCTOR EN MEDICINA QUE SUSCRIBE, certifica que ha asistido
profesionalmente
al finado señor Don
Segundo
Ruiz Belvis
desde la llegada
de dicho caballero
en Chile
hasta su muerte.
El Señor Ruiz había
sufrido tiempo atrás
de una estrechez
considerable
de la uretra y un
día o dos antes de
partir
de Puerto Rico había
sido necesario
introducirle cat
roder para dar salida
a
la orina. Desde entonces
y
particularmente en
su viaje de Panamá
acá
había sufrido horriblemente
y pasado casi todo
el tiempo en camarote
y en cama.
En el Callao había
tratado de trasladarse
a tierra, pero por
haber recibido allí
algunas medicinas
que le aliviaban
un poco,
prefirió seguir su
viaje.
Llegó aquí el enfermo
con los testículosy
el perineo sumamente
hinchados.
Se había formado
infiltración de orina
y
en su consecuencia
inflamación
flegmonosa. La gangrena,
que pronto entró,
no pudo ser vencida
ni por
incisiones largas
y profundas varias
veces
repetidas.
Murió el Señor Ruiz
y murió indirectamente
a causa de su estrechez
de uretra
y directamente a
causa de gangrena
producida
por inflamación flegmonosa
del perineo.
En la última y mayor
parte del tratamiento
fui asistido por
los consejos
hábiles y oportunos
del señor Doctor
Don
Agustín Coignard.
Al mismo tiempo certifico,
sin que se me
haya pedido eso,
que el dueño del
Hotel Aubry, el señor
Don Julio Lanvoy
ha
hecho cuidar al enfermo
con todo
esmero posible, y
personalmente se
había
encargado dicho señor
de
curaciones que, por
lo fétido que eran
las
heridas, ni los mismos
sirvientes
querían hacer.
(Fdo.) E. C. Menckel
Valparaíso y 31 Mayo
1868. |
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