FUNDACIÓN DE AGUADILLA
Troncos genealógicos del Noroeste de Puerto
Rico
Por Haydée Reichard de Cancio
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¿ or qué un vecino de la Aguada de nombre, don Pedro de Arce, pidió al Rey
"fortificar este puerto y poblarlo,
para fundar en él una nueva ciudad [entiéndase
Aguadilla], el 21 de enero de 1736?
En su Instancia al Monarca
escribía don Pedro
de Arce:
se designe de mandar hacer algún castillo
o
fortaleza con que
se defienda así el
puerto
como
la Isla... sirviéndose
a darme licencia
para
fundar
la nueva ciudad o
villa a que concurriremos
a
nuestra costa fabricando
iglesia, casa de
cabildos
y demás moradas en
la forma que se hacen
en
esta Isla... padecen Vuestros Vasallos,
especialmente los
de ese distrito de
la Villa
de
San Germán irremediable
miseria, porque no
tiene
frutos, no los solicitan,
mediante a no tener
saca
(salida) de ellos,
lo que no sucedería
así
asegurando
con defensa este
puerto... porque
siendo
el paso este
paraje en él se mantienen
las naves enemigas,
haciendo destrozos
en las de nuestra
nación.[1] |
El 12 de septiembre de 1735, el Rey le escribía
al Gobernador General de la Isla de Puerto Rico denegando
la petición de don Pedro de Arce de fundar
una nueva ciudad en el puerto de San Francisco de la Aguada para cien pobladores. Entre los puntos expuestos
el escrito exponía que
el puerto era estrecho
y tenía una entrada peligrosa
y que tenía
muchos bajos peligrosos
para "navíos
de porto y carga."
Tres años más tarde,
el gobernador Mateos
de Abadía le informaba
al Rey (11 de febrero
de 1738), sobre la
inconveniencia de fundar
otra ciudad en el
Puerto de la Aguada. Ya
que existía una población
de trescientos
vecinos en la población
de San Francisco
de la Aguada y un
Teniente a guerra, compañías
que hacían guardia,
tenían iglesia parroquial
y que la ciudad se
encontraba "situada
en el paraje que
al tiempo de su fundación
(1692), se consideró
más a propósito para
establecerla.
Ilustración: mapa del 1599 de Puerto Rico;
detalle de la zona Oeste indicando, entre
otros, el puerto de la Aguada y el poblado
de la Guadianilla, una de las primeras localizaciones
de San Germán. |
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Acusando al señor Pedro de Arce y los cien
moradores, al primero de querer la fundación del pueblo
"para fines particulares", y comentando
sobre los vecinos dijo:
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no ay alguno que tenga posibles, para levantar
fortalezas.
Constándome, que
para que paguen tan crecido
número
de ellos, como dejo
expuesto la congrua que
tiene obligación
de Cura y Sacristán
me es preciso todos los
años
apremiarles... Y
para la custodia de la citada
población, no
ay necesidad de semejantes
gastos, por que
estando ésta,
una legua distante
de la playa, tiene quanto
resguardo
necesita, con seja
de monte que la encubre
que es
impenetrable, según
el gran respeto que tienen
los
estrangeros a las
armas que usan estos Naturales,
que
son la lanza, y el
machete, penetrando el
monte más áspero,
e intrincado, con
gran agilidad; y por lo
que mira a la defensa
de la Ysla; de ninguna
le sirve, ni puede
servir, qualquiera
fortificación que
se hiciere en dicha aguada;
á más de que
estos Naturales tiene
por fortaleza, ó castillo
qualquiera
montón de tierra,
que levante con quatro
estaca, sin ningún
método, en que puedan
gastarse cincuenta
pesos.
|
| Es curioso que con fecha del 2 de marzo de
1738, un mes más tarde de la carta que el Gobernador
de Abadía, le escribiera al Rey sobre su
negativa en cuanto fundar un nuevo pueblo
en el puerto de San Francisco los vecinos
de dicha población le escribiesen al Rey
y le pidieran que: "esquadras vengan
al refresco de sus ranchos, a la ensenada
de San Francisco ó Playa de la Aguada, como
único recurso y vital alivio a los vecinos,
alixidos de la intolerancia y cruda desnudez
originada por la escasez de moneda.".
En otras palabras, el puerto de San Francisco
de la Aguada, como decía don Pedro de Arce,
era de mucha importancia para la vecindad
de la Aguada que vivía de los barcos que
llegaban hasta allí. |
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Puerto Rico Remembered
Dr. Fernando Picó
S.J.
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En 1737, el ingeniero militar Francisco de
Valdelomar proyecta un pequeño fuerte para
defender la aguada y sus habitantes en el
Higüey y "Espinar", y el mapa sin
fecha que hemos estimado entre el 1700 y
1750, que ya muestra la aguada en el Ojo
de Agua de Aguadilla, es que ha debido ocurrir
el cambio del sitio de hacer la aguada.[2]
El estudio de ingeniero Valdelomar no se
justificaría si fuera cierto lo apuntado por el gobernador
Matheo de Abadía que no se necesitaba fortificación
alguna. El fuerte proyectado por Valdelomar
nunca se construyó allí, años más tarde se
construyeron dos baterías para salvaguardar
la bahía, una en el barrio Tamarindo y otra
en el Cerro Marín. Existía la dificultad
que al disparar los viejos cañones ocasionaban
fuego en la localidad por no tener suficiente
fuerza. Existieron antiguos soportes en el
primer cerro del barrio Santa Bárbara que
colinda con el barrio Tamarindo hasta mediados
del siglo XX.
Mientras un mapa del siglo
XVIII nos habla
de "buhios de gíbaros"
en las cercanías
del Culebrinas, y el mapa
citado de 1761
nos indica sobre unos bohíos
al lado sur
del río Chico, nos tenemos
que preguntar
¿quiénes eran los vecinos
que vivían frente
al fondeadero en bohíos?.
¿A quiénes se refería el gobernador Matheo
de Abadía como los nativos, que eran al parecer algo rústicos, utilizaban
machetes y lanzas para su defensa; los montes
como fortificaciones eran temidos por los
forasteros? ¿Por qué algunos de los cartógrafos
de la época ubican a los vecinos de esta
zona viviendo en "buhíos" y son
llamados "jíbaros"? El caso en
cuestión se torna más interesante si buscamos
en un diccionario la palabra "jíbaro".
"Dícese de la gente rústica y de lo
relativo a ella. En Puerto Rico relativo
al campesino blanco"[3]
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¿Quiénes eran esos
jíbaros o nativos blancos?
Para las fechas de
los mapas y cartas en
cuestión en Puerto
Rico según el censo de
1777, había una población
de 1,756 indios
y estaban ubicados
en las montañas conocida
como Indieras, no
en las costas. Lo que nos
hace pensar que los
vecinos del río Chico
o Aguadilla eran
españoles que se quedaban
en la zona cuando
los barcos llegaban a buscar
agua fresca y a contrabandear
sus productos.
Fray Iñigo Abbad
nos habla de la "buena
acogida que encontraban
estos prófugos de
su patria" y
cómo eran ocultados en
los montes por los
isleños hasta que los
barcos se alejan
del puerto. |
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La esclavitud blanca: Contribución a la historia
del inmigrante canario
en América, siglo
XIX
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Estos españoles faltos de capital se casaban
y se dedicaban a la pesca,
marinería y el
contrabando. A través de
los años el comercio
clandestino trajo el comercio
lícito con
el arribo de nuevos inmigrantes
que fueron
estableciendo pequeñas
casas comerciales
en sustitución de las rústicas
rancherías.
¿Quién fue don Pedro de Arce? El título de
"don", que antepone a su nombre de pila, nos indica
un tratamiento de respeto.
El individuo tiene
que haber tenido escuela
ya que sabía escribir
y redactaba bien. Era conocedor
de la zona
y estaba consciente de
la necesidad urgente
de una fortificación en
"la aguadilla",
ya que los vecinos habían
sido presa de corsarios
y piratas. Creemos que
había sido militar.
Encontramos un Pedro de
Arce, vecino de la
Aguada quien contrae matrimonio
con María
Avilés y procrean dos hijos:
Diego que en primeras nupcias
contrajo matrimonio
con María Antonia Reyna,
pero no tuvo descendientes.
Luego contrajo matrimonio
con Simona de Robles
y Román en Aguadilla en
1820[4] tuvo una
hija, María Ana del Carmen,
quien se casó
con José Gregorio Vázquez
y de Vergara, natural
de La Guaira, Venezuela.[5]
Además, el matrimonio Arce
Avilés tuvo otro
hijo llamado Pedro quien
nació en 1769 en
Aguada, y contrajo matrimonio
con María Petronila
Muñiz. Pedro murió en Aguadilla
en 1839[6].
Creemos que el segundo
Pedro de Arce que
hacemos mención era hijo
del don Pedro de
Arce, el vecino de la Aguada
que quiso fundar
el pueblo de Aguadilla.
La familia de Arce se unió por matrimonio
a otras distinguidas familias que fueron los cimientos con los que se
fundó esta Ciudad y dieron el todo por el
todo, en unión a don Bernardo de Sosa, primer
Capitán Poblador de esta ciudad para conseguir
el desarrollo político, comercial, social
y religioso de ésta.
Entre las familias que
estudiaremos más adelante
se encuentran los Lorenzo
de Acevedo, Martín
de Acevedo, Suárez de Mendoza,
Portalatín,
Quiñones, del Valle, de la Rosa, Bercedonis, López de Victoria, Ortiz de la Renta, Cardona, Méndez, Olavarría, Domenech, Ramos-Colón, Rabassa y Almeyda, entre decenas de apellidos
que ayudaron a levantar
la población de Aguadilla
en sus comienzos.
* Le invitamos a leer también:
Aguada y Aguadilla
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FUENTES:
[1] Don Pedro de Arce se
refiere a los vecinos
de San Francisco de la
Aguada ubicados en
rancherías y chozas en
la parte sur del Culebrinas
hasta el río Chico ó región
La Guadilla.
[2] Esteves Vockers, Guillermo:
TARJETERO
HISTÓRICO APÉNDICE. Pg.
36.
[3] El Pequeño Larousse.
Diccionario Enciclopédico.
Barcelona .1998. pg.580.
[4] Archivo Parroquial
de Aguadilla, Libro
Matrimonio #2, Folio 50.
[5] Archivo Parroquial
de Aguadilla, Libro
de Matrimonio #4, Folio
71.
[6] Archivo Parroquial
de Aguadilla, Libro
de Defunciones #6, Folio
66.
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