EL ESCUDO 'INTRUSO' DE 1902-1905
Por Haydée Reichard de Cancio, PHD
Editor, apuntes: Luis Negrón Hernández
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Barbosa: conoce su vida
Luis Muñoz Rivera: cartas
1898: Humacao, ocupación 1898
N 1898, las tropas norteamericanas invadieron y
ocuparon la isla de Puerto Rico. Un gobierno
militar nos fue impuesto hasta el 1900 en
que el Congreso de los Estados Unidos aprobó
la Ley Foraker. Bajo ella, el gobernador
y sus ayudantes norteamericanos serían nombrados
por el presidente en Washington D.C. Esto
representaba un retroceso en los logros políticos
alcanzados poco antes por los puertorriqueños
bajo el régimen liberal español.
En las primeras elecciones bajo la ley Foraker
celebradas el 6 de noviembre de 1900, en
las que sólo podían votar los varones de
21 años que supieran leer y escribir o que
pagaran contribuciones, el Partido Republicano
de José Celso Barbosa obtuvo la victoria. Esto respondió al retraimiento
electoral del Partido Federal dirigido por
Luis Muñoz Rivera. Los republicanos habían asumido una posición
marcadamente conservadora, anexionista y
pro-americana.
El nuevo gobierno, bajo el gobernador William H. Hunt y el
Partido Republicano, inició de inmediato
la americanización ideológica del país a
través de las nuevas instituciones gubernamentales.
Con dicho objetivo político, intensificaron
la enseñanza del inglés en las escuelas y
desmerecieron nuestros símbolos nacionales
y hasta prohibirían la bandera puertorriqueña.
Fue en este ambiente de asimilación para
convertir al pueblo puertorriqueño en una
comunidad norteamericana que el gobernador
Hunt y la legislatura republicana decidieron
eliminar el escudo de Puerto Rico y sustituirlo
por uno que respondiera a la nueva política
imperante.
El escudo de Puerto Rico había sido otorgado
a esta Isla por los Reyes Católicos en 1511.
Este blasón llevaba como figura principal
el cordero plateado colocado sobre el libro
de la vida, y la divisa de San Juan. [Vea
la ilustración a la derecha].
El 31 de enero de 1901, el Gobernador creó una comisión presidida
por el Presidente del Consejo Ejecutivo y
el de la Cámara de Delegados, don Andrés
Crosas y don Cayetano Coll y Toste, para
escoger, aprobar y adoptar un nuevo Sello
y Escudo de Armas para la Isla de Puerto
Rico.
El primero de marzo de 1902 la Asamblea Legislativa
de Puerto Rico aprobó la ley e impuso el
nuevo blasón diseñado por la Joyería Tiffany
de Nueva York, al que don José de Diego catalogó de “disparate heráldico y pictórico”.
La medida de crear el nuevo sello y blasón
no mereció la aprobación de la opinión pública
que reaccionó con disgusto e indignación
ante la intención de los legisladores republicanos
que dominaban la Casa de las Leyes. El emblema
alegorizaba la reciente condición política
de la Isla, y recibió el calificativo del
"escudo intruso”.
El legislador y poeta José De Diego escribió en aquella ocasión el poema “¡Allá
va la nave!”. El blasón, ilustraba la tierra
recién conquistada por la nación norteamericana,
donde un sol naciente aparecía detrás de
la Isla como símbolo de un nuevo amanecer,
y colocado en la parte superior resplandecía
un águila sobre trece franjas rojas y blancas.
Trece franjas de plata y de gules,
como chorros de sangre y de plata...
¡Y, volando en los cielos azules,
una nave que el viento arrebata!
Caduceo con alas broncíneas,
como un pájaro inmóvil y mudo...
¡Y, cerrando el escudo sus líneas,
el bajel que se va del escudo
¿Dónde están, Patria mía, la enseña
que izo Cristo en tu escudo primero,
el Cordero postrado en la peña
y la Cruz que abrazaba el Cordero?
¡En el mar o en el cielo...! ¡Quién sabe!...
Nueva insignia te trajo el destino;
pero, de ella ha zarpado la nave,
¡Y esa nave conoce el camino!
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La figura del Cordero, en el escudo original, reflejaba la pureza
y las convicciones cristianas del pueblo
puertorriqueño. Mientras que la estampa en
el nuevo blasón del águila norteamericana,
ave representativa de la figura paternal,
y el emblema del rayo y de la actividad guerrera,
trajo amargor y resentimientos en el pueblo
puertorriqueño.
El “intruso”, tenía como lema “PROSPERA LUZ
ORITUR” que significa “Amanece la aurora
de un día feliz”, como reafirmación del gobierno
colonial que su autor, el Gobernador Hunt,
representaba en Puerto Rico.
En 1905, el Presidente del Consejo Ejecutivo, Regis H. Post, [foto a la derecha] amigo del pueblo de Puerto
Rico, presentó el proyecto núm. 18, decretando
el restablecimiento del escudo original de
armas de la Isla, pero el proyecto fue derrotado
por la Cámara Alta. Ese mismo día, 20 de
febrero de 1905, el legislador José De Diego
presentó el proyecto núm. 121 en la Cámara
de Delegados, “que le prestó su aprobación
y, pasando al Consejo Ejecutivo, prestóle
entonces esta Cámara su concurrencia, quedando
el Proyecto convertido en ley, con la firma
del Gobernador, el 9 de marzo de 1905”.
Al preguntársele años más tarde a De Diego...
“¿Cómo el Consejero Ejecutivo invirtió su
criterio y su voto en tan breve término?
Pues sencillamente, por el azar de que dos
miembros del Consejo fueron sustituidos y
llegaron de Nueva York dos nuevos legisladores
que, al revés de los salientes dieron sus
votos favorables a la ley restauradora del
primitivo escudo”.
Al pasar el tiempo, el bardo aguadillano escribió el poema “Agnus Dei”, alusivo al
restablecimiento del primer escudo de armas
de Puerto Rico... y en el último verso del
poema decía:
Y no fue mi palabra sortílega
lo que pudo salvar al Cordero de la garra
sacrílega;
fue una mano de flor,
una mano de amor,
una mano de amor que en el mismo nidal de
la fiera
¡sacó de sus garras con un resplandor
el escudo verde
y el Cordero vivo bajo su bandera!
Aquí tienes ¡Oh Patria lo que no se pierde!
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Con estas estrofas el poeta recordaba a la
esposa del Gobernador Beckman Winthrop [foto
a la derecha, el gob. Winthrop] que “generosa
al ruego, contribuyó con la magia de su encanto
al triunfo del blasón histórico”.
Sin embargo, los sellos de Rentas Internas de Puerto Rico siguieron utilizando en su
cara el diseño confeccionado por la joyería
neoyorquina hasta mediados de la década del
1930.
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