Definiciones litúrgicas, bíblicas, eclesiásticas
frecuentemente usadas en la Iglesia Católica
Por Luis R. Negrón Hernández
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CÁLIZ
Es la copa que se utiliza para consagrar
el vino a ser convertido en la Sangre de
Cristo durante la celebración eucarística
(Misa). Proviene del latín calix. A partir del siglo V comenzaron a ser usados
aquellos hechos en metal, en vez de cerámica
o cristal. El cáliz es uno de varios objetos
sagrados de nuestra liturgia. Beber el cáliz es un acto de comunión con
los demás que comparten nuestra fe católica
y un comprometerse con la causa salvífica
de Nuestro Señor Jesucristo.
PATENA
Del griego phatne, "plato". La patena es el platillo
redondo, usualmente de metal y color dorado,
donde el sacerdote deposita la hostia grande
y redonda, en la celebración eucarística
(Misa).
COPÓN
Es el vaso sagrado, en forma de copa ancha
con tapa, donde se guardan las hostias consagradas
y que se utiliza para dar la comunión durante
la celebración eucarística (Misa).
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TIEMPO ORDINARIO
Las lecturas bíblicas y oraciones en cada
celebración eucarística (Santa Misa) son
diversas y variadas, respondiendo a las festividades,
solemnidades y tiempos del año litúrgico.
Terminada la Navidad o la Pascua, nos reiniciamos
en el Tiempo Ordinario (conocido también como durante el año), de unas 33 o 34 semanas. En el mismo no
se celebra un misterio específico de la vida
del Señor, como digamos, en los tiempos de
Adviento, Navidad, Cuaresma o la Pascua. |
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Durante el ciclo o año A, las lecturas del
Evangelio son tomadas de san Mateo (el año
B corresponde a san Marcos, el C a san Lucas).
Y las primeras lecturas dominicales corresponden
a los libros de Isaías, Sofonías, Malaquías,
Génesis... Las segundas lecturas de la celebración
eucarística (Misa) son extractos de cartas
de san Pablo. Durante el Tiempo Ordinario
el celebrante usa vestiduras de color verde, que simboliza esperanza.
ASUNCIÓN DE MARÍA
La fiesta de la Asunción celebra el paso
de María a los cielos al final de su vida.
En el siglo V se celebraba el 15 de agosto la festividad
del descanso de María en su caminar de Jerusalén
a Belén, llamándosele Theotokus, la fiesta de la Madre de Dios. El emperador Mauricio extendió la celebración
del 15 de agosto a todo el imperio al final
del siglo VI, adoptándola a la mariología la Iglesia
con sede en Roma al siguiente siglo. El Antiguo
Testamento describe la asunción de Elías
y la tradición judía creía que lo mismo habría
ocurrido con Moisés, Isaías y otros profetas,
tomados al cielo por sus testimonios y estrecha
relación con Dios. María, como figura de
la Iglesia, hace eco a la dama en el libro
del Apocalipsis cap. 12. Dios la había seleccionado
como su preferida por medio de su ángel en
la Anunciación para abrigar en su seno al
Hijo de Dios, al descender sobre ella el
Espíritu Santo y vivir la Palabra Eterna
a través de toda su vida. La antiguedad cristiana
señala que María viajó con el apóstol Juan
a Éfeso, Asia Menor, mientras otra tradición
la sitúa en Jerusalén donde con los años
descansó "dormida" al final de
su vida en esta tierra.
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Ninguna comunidad se atribuye poseer los
restos de la Madre de Jesús. En 1950, Año
Mariano, el papa Pío XII proclamó como dogma en la constitución apostólica
Munificentissimus Deus (El más munificente Dios), que María, concebida
inmaculada, fue asunta a la gloria celeste
en cuerpo y alma.
Varios escritores de la antiguedad cristiana
ya se expresaban sobre esta creencia. Por
ejemplo, San Juan Damasceno en el siglo VII escribe: "convenía que aquella que
en el parto había conservado íntegra su virginidad,
conservase sin ninguna corrupción su cuerpo
después de la muerte; convenía que aquella
que había llevado en su seno al Creador,
hecho niño, habitara en la morada celeste;
convenía que la Esposa de Dios entrara en
la casa celestial; convenía que aquella que
había visto a su Hijo en la Cruz, recibiendo
así en su corazón el dolor de que había estado
libre en el parto, lo contemplase sentado
a la diestra del Padre; convenía que la Madre
de Dios poseyera lo que corresponde a su
hijo y que fuera honrada como Madre y esclava
de Dios por todas las criaturas (Homilía
en la dormición de la Virgen: PG 96,742).
En el Concilio Vaticano
II (1962-65) se expresó que: “la Madre de Jesús,
de la misma manera que, glorificada ya en
los cielos en cuerpo y alma, es imagen y
principio de la Iglesia que habrá de tener
su cumplimiento en la vida futura, así en
la tierra precede con su luz al peregrinante
Pueblo de Dios como signo de esperanza cierta
y de consuelo, hasta que llegue el día del
Señor" (Constitución dogmática Lumen gentium, n.68; cfr. Sacrosanctum Concilium, n.103).
IGLESIA
Procede del hebreo qahal (AT), traducido al griego (NT) como ekklesia, y luego al latín ecclesia, que significa "asamblea".
La Iglesia es la asamblea convocada y compuesta por nosotros los bautizados
y seguidores de Jesús resucitado, llamados
y convocados en familia (Ef 2, 19) por Dios,
especialmente en la liturgia eucarística
(Misa) cada "domingo", palabra
que a su vez proviene del latín "dies
Domini", o sea, día del Señor.
Como parte de esta Iglesia que es "una,
santa, católica y apostólica", fundada
sobre la roca de Pedro (Mt 16, 18), todos
pasamos a ser miembros del Cuerpo de Cristo
(I Cor 12, 12-31; Rom 12, 4-8), siendo Él
la cabeza (Col I, 15-27; 3, 15; Ef 21, 1.22ss;
2, 16; 4 4-16; 5, 22-23). Como miembros de
su Iglesia, de 1.2 billón de creyentes católicos
en todo el mundo, todos nosotros amados de
Dios (I Rom 8, 27; Tit 1, 1; 2 Tim, 2, 10)
tenemos la misión de servir y propagar el
mensaje de salvación en nombre de la Santísima
Trinidad, comenzando con nuestros familiares,
amistades, vecinos y compañeros de trabajo.
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¡Que seas siempre luz y ejemplo de fe para
otros en tu iglesia!
CUERPO Y SANGRE DE CRISTO (Solemnidad de
Corpus Christi)
La solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo
(Corpus Christi) se comenzó a celebrar en Lieja, Bélgica,
en el año 1246, extendiéndola el papa Urbano
IV a toda la Iglesia Católica en el 1264
como la "conmemoración más célebre y
solemne del sacramento memorial de la Misa".
En muchas iglesias se venera con una procesión
de la Santísima Eucaristía.
Es el mismo Jesús que está expuesto las 24
horas del día en muchas capillas y parroquias
de tu localidad, donde nos aguarda siempre
como testimonio de su deseo amoroso de permanecer
con nosotros en las buenas y en las malas,
hasta su segunda venida. |
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No lo dejes solo; cuéntale tus penas y alegrías.
¡Alábalo! ¡Únete hoy al grupo de adoradores
del Santísimo Sacramento de tu iglesia o
diócesis. Únete!
* Ore el ALMA DE CRISTO de san Ignacio para después
de la Comunión.
JUAN EL BAUTISTA
Juan proviene del hebreo Yôhannan (Iohannes en latín), que significa Dios es misericordia; Dios se ha complacido. Es el profeta de fuego que vino a preparar
el camino del Mesías predicando en el desierto
de Betania, junto al río Jordán. Sus seguidores
debían ser bautizados sólo después de reconocer
y arrepentirse de sus pecados, hacer penitencia
y prometer un cambio moral en sus vidas.
Jesús se bautizó, no porque tenía pecados,
sino para cargar en sus hombros los nuestros
y purificarnos con su segundo bautismo: el
de su muerte y resurrección. |
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Juan el Bautista denunció sin temor la inmoralidad
del rey Herodes Antipas que vivía con su
cuñada, lo que le costó al profeta la cárcel
y degollamiento. El bautismo de Juan era
de agua, pero el de Jesús, al igual que el
nuestro cristiano, es con el Espíritu. Tras
tu bautismo, ¿cumples aún con las promesas
de conversión en Cristo y das testimonio
de tu fe católica?
TRINIDAD
Se refiere a las tres divinas personas que habitan en un solo Dios: el Padre, el Hijo (Jesús) y el Espíritu Santo. Es el misterio central de la fe cristiana.
En Mt 28, 19 se expresa la fórmula trinitaria
más clara: "Vayan y hagan discípulos
míos bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo". En esta fiesta litúrgica les deseamos
que "La gracia del Señor Jesucristo
y la caridad de Dios y la comunión del Espíritu
Santo sean con todos ustedes (2 Cor 13, 13)".
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PENTECOSTÉS
Significa 50 días, cuando transcurridos se cumplió la
promesa de Jesús de enviarnos al Espíritu
Santo, como se narra en Hechos 2, 1-13. Con
los sacramentos del Bautismo y la Confirmación
el Espíritu Santo reafirma que ahora somos
hijos adoptivos de Dios, nuestro cuerpo es
su templo y cada uno es ante el mundo carta
de Cristo escrita no con tinta, sino con
el Espíritu de Dios vivo (2 Cor 3, 3). |
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ALELUYA
Es una expresión hebraica de alegría compuesta
de las palabras ·hallelu· (alabad) y ·yah· (Yahvé); o sea, ·Alabad a Yahvé·, y que ha sido por siglos integrada a nuestra
liturgia, especialmente en el tiempo pascual.
Cuando exclames ese ·¡Aleluya!· al Señor,
que sea un grito de alabanza sincero y repleto
de alegría para celebrar la victoria final.
ASPERSIÓN, ACETRE E HISOPO
Es el acto de asperjar (del latín aspergere), o sea rociar o derramar agua bendita sobre
los fieles u objetos para bendecirlos.
Es un rito de purificación bautismal (Tim
3, 5; 1P 3, 20-21)
que se realiza en el tiempo
pascual en la Misa
en lugar del acto penitencial.
Para asperjar se usa en ocasiones una rama
parecida a la del arbusto oloroso llamado
hisopo, como en las ceremonias judías (Ex 12, 22).
Por ello, se llama también así al instrumento
de mango largo rematado con una bola metálica
con orificios que ayudan a esparcir el agua
bendita.
El recipiente que contiene el agua bendita
se llama acetre (ver lámina a la derecha). |
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Acetre e hisopo |
HOSSANA
Del hebreo hosha'na, que equivale a nuestro ¡viva!, ¡hurra!.
Recordarás que Jesús fue aclamado con ese
hossana (¡viva el Mesías!) en su entrada
triunfal a Jerusalén, y que celebramos el
Domingo de ramos (Mt 21, 9). Como el aleluya (Alabad a Yavhé),
el hossana también fue incorporado desde
hace muchos siglos en nuestra liturgia; por
ejemplo en el Santo exclamamos ¡Hossana en
el cielo, bendito el que viene en el nombre
del Señor!
JESÚS
Es la transcripción griega
del hebreo Yoshúa, que significa "Dios salva". Fue
un nombre común en la Palestina hasta mediados
del siglo I. En cambio "Cristo",
del griego Christós, quiere decir "el Ungido" del
Espíritu. Que tus labios siempre pronuncien
su santo nombre cuando te encuentres o sientas
solo o sola ante la adversidad, la tribulación
o el dolor. ¡Y cuando el gozo y las buenas
noticias lleguen a tí o a los tuyos!
LECCIONARIO
Del latín lectio, "lectura". Es
el libro litúrgico que contiene de forma
ordenada, según los tiempos y ciclos litúrgicos,
las lecturas bíblicas a ser proclamadas en
la celebración eucarística o Misa, así como
las lecturas para los sacramentos y la liturgia
de las horas.
El primer elemento importante de la celebración
litúrgica es la lectura de la Palabra de
Dios, quien tiene la prioridad y se responde
con la profesión de fe (Credo), la plegaria
y el canto.
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MINISTERIO DE LOS LECTORES
Ministerio significa "servicio"
(del latín ministerium, y del griego diakonía).
A imitación de Jesús que no vino a ser servido,
sino a servir (Mt 20, 28). Entre los ministerios
instituidos por la Iglesia Católica, se encuentran
los litúrgicos, entre ellos el de los Lectores
o Proclamadores de la Palabra.
Estos tienen la responsabilidad de ofrecer
con devoción y efectividad a la feligresía,
desde la mesa del ambón, el pan de vida a
través de la primera y segunda lectura de
las Sagradas Escrituras en la parte inicial
de la Cena eucarística (la liturgia de la
Palabra). Estas santas lecturas anteceden
y complementan el segundo alimento que recibimos
durante la Misa, esta vez desde la mesa del
altar, con el Cuerpo y la Sangre de nuestro
Señor Jesucristo (liturgia de la Eucaristía).
PERSIGNARSE, SANTIGUARSE
Persignarse: del latín per signum, "por la señal". Es trazar pausadamente
tres cruces, con el dedo pulgar de la mano
derecha. Una sobre la frente, luego los labios
y el pecho, como protección divina sobre
nuestros pensamientos, palabras y deseos.
A la vez se dice la fórmula: "Por la
señal de la santa cruz, líbranos Señor, Dios
nuestro".
Santiguarse (ilustración a la derecha) -por otra parte-
es hacer la señal de la cruz en nombre de
la Santísima Trinidad una sola vez (con la
mano derecha). Se comienza (1: "En el nombre del PADRE") en
la frente; (2) pasando al pecho ("DEL HIJO");
(3: "Y DEL ESPïRITU") en el hombro
izquierdo, finalizando en el hombro derecho
(4: "SANTO). O sea: "En el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo".
Se concluye con un "AMÉN". |
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SANTIGUARSE |
Así los católicos -invocamos la Trinidad-
comenzamos y despedimos el día, nuestras
oraciones y reuniones, antes y después de
salir al trabajo o un viaje... La celebración
eucarística (Misa) se inicia y termina con
la señal de la cruz (santiguándose). En el
año 325, el Concilio de Trento -seguido en
el 381 con el de Constantinopla- la Iglesia
confirmó el misterio de la trinidad, que
afirmamos recitando de pie el CREDO en cada
celebración litúrgica dominical. Transmite
a los niños de la catequesis, a tus hijos,
sobrinos y nietos esta señal trinitaria tan
antigua de nuestra fe; enséñales a hacerla
correctamente (ver ilustración).
CASULLA
Proviene del latín casula. Es la vestimenta que usa durante la Misa el sacerdote encima
del alba (la túnica blanca) y que lleva el color
correspondiente al año litúrgico que celebramos
en la Iglesia Católica. Por ejemplo, habrás
notado que hasta el domingo previo al Adviento,
el celebrante viste la casulla de color verde,
el correspondiente al Tiempo Ordinario. Los colores litúrgicos aparecen ya en el
siglo IX, y se consolidan en el siglo XVI, tras el Concilio de Trento. |
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Casulla para el Tiempo de Cuaresma |
ATRIO
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Se le llama así al área exterior próxima
a las entradas de las iglesias. Luego ya
en el interior, donde se encuentran los bancos
y se sitúan los feligreses, se conoce como
"nave central". La sección arquitectónica elevada
donde está el altar, el ambón y la sede (donde
se sienta el que preside la Misa o acto litúrgico)
se le denomina eclesiásticamente como "presbiterio".
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A estos tres últimos muebles (ambón, altar
y sede) se les conoce litúrgicamente, a partir
del Concilio Vaticano II, como el "mobiliario tríptico".
SIGNOS DE LA VIGILIA PASCUAL
EN LA VIGILIA PASCUAL
Dos grandes signos caracterizan la celebración
litúrgica de la Vigilia pascual. En primer
lugar, el fuego que se hace luz. La luz del
cirio pascual, que en la procesión a través
de la iglesia envuelta en la oscuridad de
la noche se propaga en una multitud de luces,
nos habla de Cristo como verdadero lucero
matutino, que no conoce ocaso, nos habla
del Resucitado en el que la luz ha vencido
a las tinieblas. El segundo signo es el agua.
Nos recuerda, por una parte, las aguas del
Mar Rojo, la profundidad y la muerte, el
misterio de la Cruz. Pero se presenta después
como agua de manantial, como elemento que
da vida en la aridez. Se hace así imagen
del Sacramento del Bautismo, que nos hace
partícipes de la muerte y resurrección de Jesucristo. |
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JUEVES SANTO: INSTITUCIÓN DE LA EUCARISTÍA
Nuestro Señor Jesucristo no sólo nos amó
tanto que se entregó para el perdón de nuestros
pecados, sino que el Jueves Santo instituyó
la Eucaristía para quedarse con nosotros
bajo las humildes especies de pan y vino
hasta el final de los tiempos. ¡Qué locura
de amor divino! Y desde ese Jueves Santo,
por más de dos mil años, nos reunimos junto
a su mesa como aquel santo día en cada Misa.
Y además lo tenemos expuesto en muchas capillitas
parroquiales de Adoración Perpetua, abiertas
las 24 horas del día. Allí te espera para
que compartas tus alegrías y penas, porque
Él es el amigo que nunca falla. No lo dejes
solo. Visítalo todas las semanas y experimenta
una transformación en tu vida como ocurrió
con sus discípulos aquel Jueves Santo.
CATECÚMENO
Es el que responde convertido al llamado
de Cristo para unirse a su Iglesia Católica
y se instruye catequéticamente por la Palabra
de Dios para recibir los sacramentos de iniciación (bautismo, confirmación y eucaristía) durante
la noche de la Vigilia Pascual. No te pierdas esta profunda y hermosa ceremonia
cantada que comienza con el encendido del
cirio pascual, la iluminación de la iglesia parroquial
con cientos de velas encendidas festejando
la resurrección de Cristo y la presentación de los catecúmenos ante
nuestra comunidad católica.
AYUNO, ABSTINENCIA
Ayuno (del latín ieiunium) es privarse de una
de las comidas del día por motivo religioso.
Desde los inicios de la Iglesia se practica
el ayuno (junto a la oración y la caridad)
especialmente durante la Cuaresma como antesala
para un encuentro personal y especial con
Dios. Se observa el ayuno particularmente
el miércoles de ceniza y el viernes santo, en los cuales hacemos además abstinencia, o sea, nos privamos en dichos días de comer
carne. En el ayuno eucarístico nos abstenemos de comer una hora antes de
comulgar, a menos que haya algún impedimento
médico.
PENITENCIA INTERIOR
En este tiempo de Cuaresma estamos llamados de un modo especial a la
oración, la penitencia y las obras de caridad. Pero la penitencia debe brotar sinceramente
de nuestro interior para que las obras exteriores
no sean estériles y engañosas. La penitencia interior es un retorno total, una conversión sin peros del corazón que rompe con el pecado,
repugna las malas acciones y se abraza arrepentido
y confiado a la misericordia de Dios. Que
esta Cuaresma sea ocasión de tu entrega definitiva
y personal a Cristo Jesús y, a través de
Él, a los demás.
Como aquellos primeros
católicos, en este
tiempo cuaresmal debemos
reflexionar muy
profundamente en los grandes
misterios de
nuestra salvación, en especial
la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, por medio de
la oración, el sacramento de la reconciliación,
lecturas, liturgias, retiros, visitas al
Santísimo Sacramento, el ayuno y la abstinencia,
devociones y obras de caridad, el estudio
bíblico, participación en el Vía Crucis, entre otras prácticas abundantes entre
nuestra riqueza católica. Este es un tiempo de conversión, de cambio, de buscar reconciliados y arrepentidos
a Jesús; de meditar cuán auténtica es nuestra
amistad con Él, quien por nosotros se ofreció
sin reservas al sacrificio como cordero llevado
al matadero. Él aguarda por nosotros. Por
su sangre fuimos redimidos, y con el signo
de su santa Cruz se firmó una nueva alianza gozosa entre Dios y la humanidad.
CUARESMA
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Este tiempo litúrgico,
que se remonta a
los
primeros siglos de
la cristiandad, está
dirigido
a prepararnos para
la Pascua, la fiesta mayor de nuestra Iglesia Católica.
Consta la Cuaresma de 40 días (como los que pasó Jesús en ayunas
en el desierto). Desde el siglo IV (San Jerónimo,
Egeria) era ya conocida la Cuaresma o quadragésima, mientras que datos sobre los ayunos durante
varios días en preparación a la Pascua se
remontan a los siglos II y III. |
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En Roma en siglo IV, el ayuno se extendía hasta tres semanas.
Durante este tiempo litúrgico, eran preparados
los catecúmenos para los ritos de iniciación
cristiana (Bautismo, Confirmación y Eucaristía).
Esta etapa crucial en sus vidas implicaba
muchas veces el posible arresto y hasta martirio
en manos de las autoridades paganas, división
entre familias por causa de la fe, persecuciones
y exilios. Aún, como entonces, la noche de
la vigilia pascual son presentados con gran
alegría ante la comunidad de fe los nuevos
cristianos tras ser bautizados en una ceremonia
muy conmovedora entre los creyentes.
(Ver Mensaje del Papa para la Cuaresma).
MIÉRCOLES DE CENIZA
Este miércoles 2 de marzo de 2022 comienza el Tiempo de Cuaresma, con la imposición de las cenizas. Se inician así los 40 días antes de la Pascua. Desde la Antigua Alianza, la ceniza era
utilizada como signo de
afiliación y de penitencia
(ver 2 de Samuel 13,19;
Ester 4,1:3; Daniel
9,3; 1 Macabeos 3,47).
En los primeros siglos
de nuestra Iglesia, los
penitentes -a partir
de este día- se rociaban
las cabezas con
cenizas (simbolizando lo
efímero y mortal
de nuestras vidas terrenas).
También se vestían
con sacos, hasta que eran
recibidos en la
Iglesia, arrepentidos de
sus pecados y reconciliados
el Jueves Santo. Ya en
el siglo IX se extendió la práctica de imponer las cenizas
en la frente a todos los
fieles.
En la liturgia de este día se usan una de
estas dos fórmulas “Acuérdate de que eres
polvo y en polvo te convertirás” (Gn. 3,19),
o “Arrepiéntete", o "Conviértete
y cree en el evangelio” (Marcos 1,15), siendo
esta última la más comúnmente dicha en nuestras
parroquias tras el Concilio Vaticano II.
En este tiempo cuaresmal la Iglesia nos recuerda,
de un modo especial, nuestra condición de pecadores y la necesidad de hacer penitencia y de conversión en Cristo Jesús: eje central de nuestra salvación.
EPIFANÍA
Proviene del griego epipháneia, y significa manifestación. La Iglesia viene celebrando la Epifanía
desde el siglo IV, y en España desde hace 1,630 años atrás.
En varios de nuestros países hispanos se
comenzó a partir del siglo 15. Los primeros
misioneros franciscanos introdujeron en la
época de la conquista las presentaciones
en figuras de pesebres o nacimientos en las iglesias. |
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En este tiempo litúrgico se conmemoran las
manifestaciones de Jesús en la adoración
de los Magos de Oriente, en el bautismo de
Jesús y en las bodas de Caná. En muchos países
latinoamericanos, el día de la Epifanía los
Reyes Magos obsequian a los niños con golosinas
o regalos y en las iglesias y hogares es
día de gran fiesta y alegría que se refleja
en las comidas típicas, decoraciones y preciosos
villancicos a los magos y al Niño Dios. ¡Feliz
Día de Reyes!
NAVIDAD
Proviene del latín nativitas, y se refiere al nacimiento de Jesús, nuestro
Salvador, el 25 de diciembre, la celebración más santa de la Iglesia después de la del
misterio Pascual. La noticia más histórica
que conserva la Iglesia de Roma procede del
cronógrafo copiado por Furio Dionisio Filócalo,
que se remonta al año 336. La Navidad ya
se celebraba a finales del siglo IV, por
ejemplo: en el Norte de África (360), en
Constantinopla (380), en España (384) y en
Antioquía (386), entre otros.
La característica más visible
de este tiempo
es la acumulación de fiestas:
la de la Sagrada
Familia, la de Santa María
Madre de Dios,
la Epifanía (6 de enero)
y la fiesta del
Bautismo del Señor. Además,
en los días 26,
27 y 28 las fiestas de
san Esteban, san Juan
Evangelista y los Santos
Inocentes. ¡Que
el gozo de la redención
de aquel pesebre
de Belén habite y reine
siempre en tu corazón!
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SANTO
"Santo" es el que vive y refleja
con amor y gozo la
presencia de Dios aún
en las cosas sencillas
de cada día, cumpliendo
los 10 mandamientos
y permaneciendo en gracia.
Esta vocación a la santidad (Levítico 19, 2) la recibimos al ser bautizados
(Rom 1, 7). La mayoría
de los que han vivido
santamente no los
conocemos (Apocalipsis
6, 9-11); sólo algunos
son reconocidos públicamente
como tales y canonizados.
En la fiesta veneramos
a TODOS los Santos y pedimos su intercesión de manera
especial al estar
gozando de la visión beatífica
junto a Nuestro Señor,
a quien alabamos diariamente
con el tres veces
"SANTO" en la
liturgia eucarística,
através de su Iglesia
Católica esparcida
por todo el globo.
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AMBÓN
Palabra de origen griego y latín que significa
lo que sobresale. Es la mesa colocada en el lado izquierdo del presbiterio,
reservado por la
dignidad de la Palabra de
Dios para leer y
proclamar las lecturas bíblicas
durante la Liturgia de la Palabra, mediante el Leccionario y el Evangeliario, predicar la homilía y recitar la oración
de los fieles. De
esta mesa del ambón se
sirve y alimenta
al pueblo de Dios con la
Palabra de vida,
y del ambón luego se pasa
a la mesa del altar
en la Liturgia de la
Eucaristía para recibir
la Palabra de Dios
encarnada, o sea,
el Cuerpo y la Sangre de
nuestro Señor Jesucristo. |
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Con el Concilio Vaticano II, el ambón sustituyó al atril y el púlpito.
Litúrgicamente, la mesa
del ambón debe ser
construido de materiales
iguales o semejantes
a la mesa del altar para
resaltar su la importancia
paralela y análoga de la
liturgia eucarística de las dos mesas.
CRISTIANO
Es el que cree, sigue y
cumple los mandamientos
y enseñanzas de Cristo,
tras recibir el sacramento
del bautismo. Nadie va
al Padre sino es por
Él. Fue en Antioquía, ciudad
de Siria, donde
los seguidores de Cristo
(el Ungido, el Mesías)
comenzaron a ser llamados
"cristianos"
(Hechos 11, 26). Todos
los católicos somos
cristianos, pero no todos
los cristianos
son católicos. Oremos para
que todos seamos
uno en Cristo, quien es
el Camino, la Verdad
y la Vida (Juan 14, 6).
BIBLIA
"Byblia" es el
plural de la palabra
griega "byblos",
el libro. La Biblia
o Santa Escritura está
compuesta de libros
inspirados por Dios durante
más de mil años,
entre el siglo X antes
de Cristo y el I después
de Cristo, y por ende la
colección muestra
diferentes autores y estilos
literarios.
La Biblia es la Palabra
viva de Dios que
relata su relación con
el pueblo Israel,
por medio de Moisés, y
que llega a su plenitud
con Jesús en una nueva
alianza. La biblia
hebraica incluye 24 libros.
La católica, que acepta
todos los libros
escritos en griego venerados
como divinos
fuera de Palestina, está
formada de 46 del
Antiguo Testamento y 27
de Nuevo, para un
total de 73. Los libros
se agrupan en: (1)
Antiguo/Viejo Testamento,
escritos mayormente
en hebreo con algunas partes
en arameo; y
(2) en Nuevo Testamento,
escrito en griego.
El término testamento corresponde
al hebreo
"berit" y al
griego "diatheké",
que significan "alianza".
Durante
más de 20 siglos, la Biblia
ha sido parte
integral de la fe y liturgia
católica. En
la celebración eucarística
(Misa), por ejemplo,
es el centro en la liturgia
de la Palabra,
tema en las homilías; aparece
en sus salmos,
las preces, himnos y cantos.
Tras Lutero
en el siglo 16, los protestantes
removieron
los libros de Tobías, Judit,
Sabiduría, Eclesiástico,
Baruc, y I-II de los Macabeos,
sin contar
algunos suplementos a los
libros de Ester
y de Daniel. La Biblia,
el libro más traducido
y editado del mundo, debe
ser abordado con
la fe en la caridad, en
la Iglesia que nos
la entrega y en el Espíritu
que vivifica
a la letra y santifica
a su Iglesia.
Lea: San Jerónimo y la Biblia
EVANGELARIO
El "evangelario"
es el libro que
contiene las lecturas del
evangelio a ser
leídas cada domingo en
la celebración eucarística
(Santa Misa), y que varían
según el año litúrgico
que se inicia en cada Adviento,
comenzando
esta vez con el año "C",
que notarás
son en su mayoría tomadas
del evangelio según
san Lucas. En la procesión
de entrada al
inicio de la Santa Misa,
el evangelario es
llevado elevado con veneración
hasta ser
colocado sobre el altar
con la portada mirando
hacia la feligresía o sobre
el ambón. Por
ser Palabra de Dios, todos
oímos su proclamación
de pie y con gran atención.
Al terminar de
proclamarla, el celebrante
besa el evangelario
en signo de veneración.
Cuando te marches a tu
hogar, medita qué
mensaje personal Dios tenía
para tí en estas
santas lecturas. Y enseña
a tus seres queridos
a hacer lo mismo y verás
cómo todos crecerán
en la fe.
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BAPTISTERIO
Es el lugar del templo
parroquial destinado
a la celebración del bautismo.
En nuestras
iglesias latinas coloniales
se colocaba una
pila bautismal en la entrada o vestíbulo de la iglesia
para resaltar que es el sacramento de iniciación
cristiana a través del cual entramos a ser
miembros de la Iglesia e hijos adoptivos
de Dios. En la pila bautismal se practica
el rito por infusión (derramando el agua bendita sobre la cabeza
del bautizado). Actualmente, en las arquitecturas
modernas, se usa en cambio la fuente bautismal que permite el rito por inmersión. Del cirio pascual -símbolo de Cristo resucitado-
se toma la llama para la vela de los bautizados,
ahora iluminados para ¡iniciar una vida nueva
en Cristo Jesús! |
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PEZ
En los primeros siglos del cristianismo,
en particular en aquellas regiones que sufrieron
persecuciones y martirio en nombre de Cristo,
el dibujo del pez fue utilizado como símbolo
secreto. Los arqueólogos los han encontrado
en fachadas de hogares, anillos, copas, gemas
talladas, vasijas, documentos, lugares de
culto, frescos, en sarcófagos y catacumbas. |
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Elsímbolo fue seleccionado porque la palabra
·pez· en griego está compuesta de las cinco
letras IXTUS, que forman el acróstico Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador (Iesoús Christós Theoú Uiós Sóter). Era,
pues, una breve y expresa profesión de fe
en la divinidad de Cristo, salvador de la
humanidad.
En el siglo II, Clemente de Alejandría recomendaba usar el
símbolo del pez o la paloma como sello (Paedagogus,
III, xi). En el Nuevo Testamento encontraremos
referencias y asociaciones del pez o peces
con Cristo, y en la iglesia primitiva hallaremos
el pez asociado con la Eucaristía, como evidencian
las pinturas en las catacumbas de Santa Priscila, de Domitila, San Calixto, en la Capella Greca
y en la cripta de Lucina. Todos los bautizados
somos como peces renacidos en Cristo que
sólo podremos sobrevivir en la fe del agua
bautismal, es decir en la gracia del Espíritu
Santo.
GENUFLEXIÓN
Es el acto de adoración al Señor, especialmente
cuando está presente eucarísticamente en
el sagrario (tabernáculo), que consiste en
doblar la rodilla derecha (no la izquierda) hasta tocar el suelo.
La genuflexión se hace siempre despacio y
con devoción en dirección hacia el sagrario
cuando llegas o te vas de la Iglesia (saludando
o despidiéndote así de Jesús), cuando pasas
o te paras frente al sagrario, vas a abrirlo
o cerrarlo.
Si el Santísimo Sacramento está
expuesto
el gesto de alabanza y humildad
se hace arrodillándonos
con las dos rodillas e inclinando
la cabeza.
¡Incorpórate al grupo de adoración
a Jesús
Sacramentado de tu parroquia
como parte de
tu relación personal con Cristo
y crecerás
en espíritu y gracia!
ALBA
Proviene del latín albus: blanco. Es la túnica blanca que visten los sacerdotes, diáconos y ·monaguillos·
en las Misas y otras celebraciones litúrgicas,
así como los adultos bautizados en la vigilia
pascual. Se ajusta en la cintura con el cíngulo, o cinturón. Usualmente durante la celebración
eucarística (MIsa), el celebrante se pone
la casulla encima del alba. Antiguamente
usaban este tipo de túnica los griegos y
romanos. El alba era propia también de los
cristianos hasta el siglo IV. En el año 830, el papa León IV la reservó sólo para los clérigos.
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AMÉN
Jesús, aunque hablaba arameo, usaba frecuentemente
esta expresión de origen hebreo que significa
"así es", "es verdad"
o "así sea". Aparece unas 85 veces
en el Nuevo Testamento. Jesús mismo le dio
a este término un sentido nuevo, desconocido
hasta entonces en la literatura rabínica.
Ante la Palabra de Dios, al final de nuestras
plegarias y expresiones de fe respondemos
también con un "amén", como fórmula
de compromiso, aprobación y confianza en
el gran amor de Dios y su Santa Iglesia.
¡Que nuestro "amén" sea siempre
claro, sincero y repleto de fe!
LITURGIA
Habrás oído en muchas ocasiones "celebración
litúrgica", "acto litúrgico",
etc. ¿Pero qué significa "liturgia"?
Gran parte de nuestras palabras de uso diario
en español provienen del latín y el griego,
y "liturgia" es una de ellas. La
palabra "liturgia" se compone de
dos palabras griegas antiguas que significan
"acto público". Con la palabra
"liturgia" nos referimos en la
Iglesia al acto o culto que la comunidad
rinde a Dios Padre mediante rezos, cantos
y ritos junto a Cristo Sacerdote. La celebración
litúrgica por excelencia es la Santa Misa.
PROCESO DE CANONIZACIÓN
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- Siervo de Dios
Comienza un proceso de canonización después de estudios diocesanos y romanos,
nombrando como Siervo de Dios a una persona que ha vivido santa y ejemplarmente.
- Venerable
Cuando, luego de investigaciones y entrevistas,
se prueba que además vivió las virtudes teologales
(fe, esperanza y caridad) de modo heroico
pasa con la aprobación vaticana a ser llamado
Venerable.
- Bienaventurado
Si Dios concede un milagro por intercesión
del Venerable, luego de un escudriño profundo
y certificación por peritos médicos y teólogos
de la Congregación para las Causas de los
Santos, se le llamará oficialmente Beato o Bienaventurado.
- Canonizado
Un segundo acto milagroso comprobado llevaría
al beato a ser canonizado y declarado públicamente Santo(a) por el Papa en una gran ceremonia en la
Plaza de San Pedro, en Roma. Entonces se
permite el culto universal a dicha persona
como nuestro intermediario ante Dios.
Lee y fomenta lecturas
de vidas ejemplares
de santos de nuestra Iglesia,
especialmente
entre tus hijos, ya que
todos estamos llamados a ser santos, así como nuestro Padre es Santo (Mt 5,
48).
*Fotos a la izquierda:
la Madre Teresa de Calcuta y Juan Pablo II. |
Lea sobre los primeros siete santos del Año de la fe.
¡VEN SEÑOR JESÚS!
Proviene del arameo Maranathá (usada por Pablo en I Cor 16, 22,y mencionada
en Apocalipsis 22, 20 y en la Didakhé). De uso muy común en la iglesia primitiva
e incorporada en nuestra liturgia después
de la consagración cuando, como profesión
de fe, exclamamos: "Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección, ¡Ven Señor Jesús!".
Para los nocristianos se refiere al "fin
del mundo", pero para nosotros es un
llamado a la segunda venida triunfal (parusía)
de Nuestro Señor, con toda su gracia y majestad.
LITURGIA DE LA PALABRA
La Santa Misa, celebración litúrgica por
excelencia, se compone de dos partes principales:
la liturgia de la Palabra y la liturgia de
la Eucaristía. La liturgia de la Palabra
incluye tres lecturas bíblicas. La primera
usualmente del Antiguo Testamento, la segunda
una carta de San Pablo y la tercera tomada
de uno de los evangelios. Al proclamarse
la Palabra de Dios como acontecimiento salvador,
Dios nos habla y todos respondemos con el
compromiso de recibirla y renovar nuestras
vidas, con la esperanza y gozo de la salvación
por medio de Cristo, nuestro Señor.
SAGRARIO
Desde los primeros siglos, la Sagrada Eucaristía
se guardaba para los enfermos que no habían
podido asistir y participar en la Misa en
un sitio recogido como es la sacristía, de
donde luego se les llevaría a sus hogares.
A partir del siglo 16, es el sagrario o tabernáculo el lugar donde se guarda y
conserva en un copón bajo llave la Santísima
Eucaristía, usualmente al fondo del presbiterio,
junto al que hay una lamparilla o vela encendida,
indicando la presencia real de Jesús en dicho
sagrario.
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Sagrario (tabernáculo) |
Al cruzar o pasar frente al Él (Jesús sacramentado)
se hace una genuflexión reverencial a nuestro Dios sacramentado,
allí siempre presente esperando por ti. En
décadas recientes se han construido en muchas
iglesias parroquiales del mundo capillitas
expresamente para la Adoración eucarística,
muchas de ellas abiertas las 24 horas del
día. Si en tu ciudad hay una, no pierdas
el privilegio de ¡estar junto a Jesús sacramentado!
BENEDICTO XVI
Nos llenamos de júbilo ante la visita de
nuestro Papa a este país -bajo el lema Jesús es nuestra esperanza-, durante los días martes 15 (Washington
D.C.) a domingo 20 de abril (Nueva York).
José Ratzinger nació en el sur de Alemania en 1927, y celebrará
aquí sus 81 años de edad. Sus padres, de
humilde origen, se llamaban "María"
y "José", una hermana también de
nombre "María" y su hermano "Georg",
quien es también sacerdote.
Más de 260 obispos de Roma han sido sucesores del apóstol Pedro, siendo
ahora Benedicto XVI la cabeza de 1.1 billón de católicos, la
iglesia cristiana más grande del orbe.
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Libros escritos
por el cardenal Ratzinger
(Papa Benedicto
XVI) |
Hasta ahora, Benedicto XVI ha escrito dos
encíclicas (Dios es amor y Salvados gracias
a la esperanza; una tercera en camino será
de tema social. Ha escrito, además, más de
30 libros, beatificado a 563 personas y 14
canonizados. Los exhortamos a seguir su travesía
pastoral (mensajes, reuniones y misas) en
los EE.UU. en el canal católico EWTN. Unámonos en oración para que su visita
sea fructífera y llena de bendiciones para
mayor gloria de Dios y su Santa Iglesia.
EVANGELIO
Es de origen griego y significa la "buena nueva".
Es la "gran noticia" de Cristo
sobre el Reino de Dios y su mensaje de salvación.
Son cuatro los evangelistas que narran la
vida de Jesús: Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
Cuando se proclama el Evangelio en la Santa
Misa se hace de pie, con gran atención, reverencia
y meditando qué mensaje personal tiene Jesús
para tí. Enséñales a tus hijos a hacer lo
mismo, y platica luego con ellos en tu hogar
sobre el contenido de la sagrada lectura
dominical. ¡Verás como crecerán en la alegría
de la fe!
SACRISTÍA
Es el lugar en nuestras iglesias donde se
guardan las vestiduras, libros y objetos
necesarios para las celebraciones litúrgicas.
En nuestras iglesias coloniales se edificaban
al lado del presbisterio, pero en las de
estructuras modernas es común construir las
sacristías en un lugar más próximo a la entrada
del templo, de donde se parte en procesión
para comenzar la Misa.
AÑO PAULINO
La Iglesia Católica en todo el mundo comienza
este sábado 28 de junio la celebración del
Año Paulino, convocado por el papa Benedicto
XVI, y que se extenderá hasta el 29 de junio
del 2009. Conmemoramos los dos mil años del
nacimiento de san Pablo, el apóstol de los
gentiles. En este jubileo, la Iglesia nos
invita a descubrir la figura del Apóstol,
profundizar sobre su pensamiento y enseñanzas
de fe, esperanza y caridad, y releyendo sus
14 cartas dirigidas a las primeras comunidades
cristianas. Además, el Papa nos exhorta a
revitalizar nuestro llamado a evangelizar
entre nuestras familias, amistades y comunidad
parroquial y trabajar y orar por la unidad de todos los cristianos.
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Año paulino:
28 de junio 2008
al 29 de junio del 2009 |
Para captar esta dimensión ecuménica de este
jubileo paulino, el domingo 29, solemnidad
de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, Benedicto
XVI celebrará la Eucaristía (Santa Misa)
en la basílica vaticana con la participación
del patriarca ecuménico Bartolomé I, líder de la Iglesia Ortodoxa. El Patriarca Ecuménico de Constantinopla
y el Santo Padre pronunciarán la homilía
y proclamarán juntos la profesión de nuestra
fe, el Credo niceno-constantinopolitano. Durante el viaje de Benedicto XVI a Estambul
(Turquía) en 2006, el Papa y Bartolomé I
habían firmado una declaración conjunta en
la que renovaron el compromiso de trabajar
en aras de la plena comunión de los cristianos
de Oriente y Occidente, separados a partir
del cisma del año 1054.
ADVIENTO
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Viene del latín adventus que significa "venida". Con el Tiempo de Adviento, la Iglesia inicia el nuevo año litúrgico
preparándonos para la venida histórica de
Nuestro Señor encarnado (25 de diciembre)
y para su Segunda venida triunfal al final
de los tiempos (parusía). Las vestiduras
del celebrante ya no serán de color verde
como en el Tiempo Ordinario, sino moradas. Medita las lecturas de este
tiempo para que "tu Adviento" sea
uno de recogimiento y gozo para la pronta
llegada de Jesús en tu vida y la de tus seres
queridos.
El Adviento nos recuerda que Dios sigue presente
en el mundo
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INMACULADA CONCEPCIÓN
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El 8 de diciembre de 1854 el papa Pío IX proclamó este dogma, el cual significa que
María, la Madre de nuestro Señor "llena
de gracia" (Lucas 1, 26-38), fue concebida sin pecado original.
Las primeras referencias
al culto mariano
se remontan al siglo II con la homilía de san Melitón de Sardes.
Ya en el siglo IV se destaca la figura de María en las fiestas
de Navidad y Epifanía. Las fiestas propiamente
marianas surgen después del Concilio de Éfeso
del año 431.
"Inmaculada" viene de la palabra
en latín
"macula = mancha, por lo que inmaculada literalmente es la "sin mancha". Así se identificó la Virgen en las
apariciones de Lourdes (estribaciones de
los Pirineos en Francia, 1858), y por ello
en nuestros pueblos latinos se exclama: ¡Ave María purísima, sin pecado concebida!
(Foto a la derecha: Pío
IX, quien también convocó el Concilio Vaticano I). |
CORONA DE ADVIENTO
En los hogares católicos pueden expresarse
simbólicamente este deseo por la llegada
del Señor con una pequeña corona de Adviento sobre la mesa de la sala o comedor. Uno de
los miembros de tu familia enciende una de
cuatro (o cinco) velas cada domingo junto
a una lectura bíblica de las celebraciones
eucarísticas o Misas de este tiempo de Adviento,
haciendo un propósito o compromiso personal
y sencillo; por ejemplo los niños pueden
proponer mantener su cuarto arreglado, ayudar
en la cocina, no contaminar el ambiente,
auxiliar a un necesitado...
Los ramos verdes en forma de círculo alrededor
de las velas nos recuerdan que Dios es un
Dios vivo que no tiene principio ni fin.
Las coronas con una quinta vela blanca se
enciende el 25 de diciembre, y nos recuerda que ¡Cristo es la luz del
mundo! |
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GAUDETE
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Se le llama así en la Iglesia Católica al
3er. Domingo de Adviento, porque en alguna de sus dos primeras lecturas
durante la liturgia de la Palabra se mencionan
las palabras ¡Regocíjate! o ¡Alégrense! o sea, GAUDETE en latín. Por ejemplo, encontrarán un alégrense
en la Antífona de entrada (Flp 4,4.5) de
la Misa y un Estén siempre alegres en la
Segunda lectura de san Pablo a los Tesalonicenses
(5. 10-24).
El celebrante usualmente
usa la casulla color rosa que simboliza alegría. También en este día
se enciende la vela rosada de la corona de Adviento.
Las lecturas nos exhortan
a no temer ya que
pronto llegará el Dios
de justicia y salvación
cuya escolta será el gozo
y la dicha, por
lo que debemos esperar
con paciencia, manteniendo
firme el ánimo; ¡el Señor está cerca!...
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Gaudete - La alegría del tiempo de Navidad
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