Escudo catalán

e suma a las familias aguadillanas en 1851 el joven de veintisiete años Bartolomé Bauzá Bernat. Forma su hogar con la aguadillana Victoria Avilés Orjales.

Durante ese año el tronco de la familia Ferrer quedó constituido por don Pedro Ferrer y de Juanes, natural de Ibiza, Islas Baleares, España. Era hijo de José Ferrer y María de Juanes. Conoció en Aguadilla a la señorita Edna Pérez Roldán con la que contrajo matrimonio. Ella era hija de Andrés Pérez Roldán de Montalvo y Andrea Pumarejo de Medina.

Como tantos otros catalanes que se desplazan a Aguadilla, en 1852, lo fue Agustín Rodríguez Rue, hijo de José y María, natural de Igualada, Barcelona. Contrajo matrimonio con la mocana Inés Benejám Domínguez. El joven Agustín viene a trabajar en la casa comercial Hermanos Casas, de Victoriano y Salvador Casas. Tuvo un hijo nacido en Aguadilla llamado Nicolás. Agustín enviudó. En 1900, es del grupo de españoles que pide regresar a España luego del cambio de soberanía.

Otro soltero con bríos de comerciante lo fue Manuel Ruiz, natural de Sitges, igual que su paisano Mariano Carbonell que también llegó para 1855 a trabajar de empleado de comercio. Además, vino su hermano Juan Carbonell Amell aunque no llegó a ser socio de la firma Amell Juliá y Cía. Contrajo nupcias con la aguadillana Matilde Suárez Fantán. Procrearon dos hijos: María de la Asunción y Juan Víctor Francisco. El marino Matías Castañer Ornal, natural de Palma de Mallorca, viudo de Antonia Casanovas con dos hijos quien había llegado a Aguadilla cerca de 1856, luego del cambio de soberanía pidió regresar a España.

Comercio catalán

También quisieron regresar luego del 1900 a España Pedro Castañer, oriundo de Barcelona casado con Rosa del Valle.

Los hermanos Antonio y Federico Chascar Circuís, naturales de San Pedro de Riudevitlles, Barcelona, el primero en 1855 y el segundo en 1862 ambos solteros llegan a Aguadilla como dependientes de comercio.

Otro sitgetano que arribó a Aguadilla lo fue Manuel Battle, natural de Barcelona, en 1856 como otros tantos de esa región y familia que llegaron para trabajar en la casa comercial Amell Juliá y Cía.

Salvador Picornell Pizá, hijo de Marcos y Margarita, nació en 1833 en Mallorca. Cuando vino a Puerto Rico se casó con la aguadillana Boleslabia de Cardona y Ramírez de Arellano, hija de don Juan de Cardona y Francisca Ramírez de Arellano. Viuda de don Ricardo Vélez contrajo segundas nupcias con el Lic. Salvador Picornell. Tuvieron dos hijos, Salvador y Boleslabia. En 1900 pidieron regresar a España desde Lares donde para la época residían.

José Ribas Calzada, natural de San Feliú de Guixols, para 1850 en Aguadilla y contrae matrimonio con Carmen Rizar Díaz, hija de Juan Celedonio Rizar y María Díaz (segunda generación).

La familia Rovira de Tossa del Mar se estableció en Aguadilla hacia 1860. Don Pedro Rovira y Rovira, licenciado en farmacia, líder cívico y presidente del Partido Conservador, Alcalde Aguadilla, era hijo de Tomás Rovira y María Rovira. Se casó en Aguadilla con la aguadillana María Elena Cerezo y Sosa. Hija de Ramón Cerezo y Gallardo y María Manuela Sosa y de Vans. Tramitó en Aguadilla su regreso a España en 1900. Don Pedro fue por muchos años el delegado del Departamento ante la Real Subdelegación de Farmacia.

Farmacia Rovira

La Farmacia Rovira fue el centro de los contertulios conservadores de 1855 hasta 1912. Fue Alcalde de Aguadilla en varias ocasiones.

José Alberti, natural de Mallorca llegó a esta ciudad a la edad de treinta y dos años como mayordomo de la barcaza Borinquen. Por motivos de salud tuvo que quedarse en esta población dónde contrae matrimonio.

José Juliá Palmeta natural de Sitges viene a Aguadilla para 1862 a trabajar a la firma Amell Juliá y Cía. Fue el primer Jefe del Batallón de Voluntarios. Vivió en Aguadilla hasta 1887. Se casó pero desconocemos con quién.

Francisco Juliá y Palmeta, natural de Sitges, perteneció al círculo cerrado de los Amell, Sardá, Juliá etc. Aunque no era familia de ellos llegó a trabajar en el comercio en Aguadilla de los Amell Juliá y Cía. Fue hijo de Juan Juliá y Barnada y Francisca Palmeta. Su familia en Sitges eran toneleros y le construían los barriles a los Amell para su exportación. Se casó con Gertrudis Francisca Catalina Amell Fabré en 1864. Fue alcalde de Aguadilla de 1862, 1866, 1874 y 1878. Llegó a ser director de la firma comercial, la cual logró tomar un poder económico y político extraordinario. Desde los años de 1860 a 1878 Amell Juliá y Cía., había obtenido por compra y otras por deudas más cinco de las haciendas entre Moca, Aguada y Aguadilla. Entre ellas La Anita, La Vega, La Milagro, y otras más. Tenía su propia transportación marítima. Cuando la crisis mundial de la sacarina en 1882, ya la firma se hallaba con problemas financieros. La muerte de don Francisco Juliá en 1885 empeoró la situación y tuvieron que irse a quiebra.

Se casó en 1869 con Elisa Carrascosa Maníes, viuda de don Sebastián de la Corte y Moreno, quien había sido corregidor de Aguadilla y construyó el viejo puente de la Reina en 1865, entre la Calle Santa Bárbara (hoy José de Diego) y el antiguo Parterre. Doña Elisa fue muy querida en la localidad por su religiosidad, regalando bellas imágenes a la Iglesia Católica entre ellas "la Purísima". Ella estaba siempre al frente de todas las ceremonias religiosas, ayudó al establecimiento de las Siervas de María en esta localidad y el Hospital del Carmen. Enseñó clases de piano a muchas jovencitas de la época.

Elisa Carrascosa de Amell

Otro catalán que se establece en Aguadilla lo fue Fernando Camps Badía, natural de Santa María del mar, Barcelona. Se avecinó en esta Villa procedente de Santo Domingo en 1866. Contrajo nupcias con la señorita Genara Vicenta Quiñones Talavera y Ponce, hija de Vicente Bruno Quiñones y de Vives y María Dolores Talavera y Ponce, hija ésta de de Sebastián Talavera y Eugenia Ponce Pérez.

Para la misma fecha se trasladó a Aguadilla desde Barcelona el joven Aníbal Coromina Coromina, quien se casó en Aguadilla con Pilar Corchado Ruiz, vecina de Aguadilla e Isabela. Desconocemos en qué ella trabajaba; algunos familiares que vinieron a Puerto Rico se dedicaron a la agricultura y otros al comercio.

Como ayudante de obras públicas llegó también a Aguadilla Narciso Rumans Lluri, natural de Cístella, Gerona, Barcelona. En 1867 contrajo matrimonio con Amalia Corchado Ruiz, vecina de Isabela, aunque residía en Aguadilla. Hija legítima de Pablo Felipe Corchado y López de Solanilla y María Antonia Ruiz Gandía. En 1878 pidió permiso para la explotación de salinas en Guánica.

El agricultor Antonio Morell Castañer hijo de Guillermo Antonio Morell y Rosa Castañer, natural de Soller, Mallorca, se trasladó a esta Villa y contrajo matrimonio en 1869 con Saturnina Suárez de Mendoza y Portalatín. Hacia 1874 María Avelina Vidal de Cardona se casó con el mallorquín don Miguel Coll Rullán. Era hija de doña Cristela de Cardona y Ramírez de Arellano, aguadillana, y don Ramón Vidal y Talavera. Se trasladaron a Lares dónde residieron y procrearon cinco hijos.

Santuario del Vinvet, Barcelona; siglo XIX

Hacia 1870, era alférez del Batallón de Artillería del fuerte La Concepción, en el Barrio Tamarindo, de Aguadilla, Juan Noguera Salvá, hijo de Pedro Antonio y Catalina, naturales de Mallorca. Se casó en 1873 con Margarita Carbonell Capó, natural de Mallorca y vecina de Mayagüez. Residieron en San Juan desde 1875.

En 1871 llegó para trabajar con la firma Amell, Juliá y Cía. don Udarico Amell Gutset. Se casó don doña Rita Esteves Soriano y se dedicó mayormente a la agricultura. En 1910 tenía un hotel en Aguadilla.

Guillermo Frontera Bauzá, natural de Soller, Mallorca, originalmente reside en Lares. Era hijo de Antonio Frontera Casanova y María Bauzá. Contrajo matrimonio en Aguadilla con la mayagüezana Emilia Isabel Koppisch Delgado, en 1874. Para 1870 tenía la Casa de Comercio más fuerte de Aguadilla. En 1881, tenía a su cargo la Hacienda Monserrat, la antigua Hacienda Anita de don Rafael del Valle. Don Francisco y su hermano don Pedro Juliá Massó trajeron a sus sobrinos Francisco Mitjans y Juliá y a su hermano Enrique para trabajar en el comercio en Aguadilla. Francisco contrajo matrimonio con Elisa Yumet Marín y Enrique con Milagros Juliá Amell.

Otro catalán que es reclutado por la firma Amell, Juliá y Cía. es Francisco Batlle Amell, natural de Barcelona. Llegó a Aguadilla en 1884. También el Capitán Augusto Pamies y Puig, natural de Barcelona, se estableció en esta ciudad en 1886. Era hijo de Manuel y Antonio. Contrajo nupcias en Aguadilla con María Belén Méndez Quiñones, hija de don Ramón Méndez de Arcaya y doña Avelina Quiñones y Talavera. La Profesora Birgit Sonesson escribe: "¿Cómo podemos explicar ese tipo de emigración en cadena cerrada por dos generaciones, cuando otros pueblos catalanes empezaron a formar familias con criollas ya en la primera generación?". Foto: Aurelia Méndez Quiñones.

Para la historiadora, el vivir fuera de la Capital, San Juan, los emigrantes carecían de contactos sociales y por eso los emigrantes de Sitges, que eran de familias acomodadas, iban a su patria a buscar esposa utilizando muchas veces sus propios medios de transportación marítima al ser poseedores de sus propios barcos de vela que cruzaban el Atlántico.

De los 75 catalanes mencionados en este estudios solamente tres de Sitges se casaron con criollas fueron ellos: - Eduardo Amell y Amell, quien contrajo nupcias en 1870 con la señorita Avelina Méndez Quiñones, de la sociedad de aguadilla; - Juan Carbonell Amell, quien casó con la aguadillana Matilde Suárez Fantán; - Udarico Amell Gutset que se unió en matrimonio con Rita Esteves Soriano. Foto: Generaciones de la familia Amell en Barcelona.

Sin embargo, he podido identificar más de 25 catalanes de otros lugares de Cataluña contrayendo matrimonio con aguadillanas de distinguidas familias de esta zona. Entre ellos:

- Don Cristóbal Roqué y Rovira con María Monserrate del Valle y Pérez de Arce;
- Don Francisco Rabassa Dalmau con María Luisa Domenech y Arce;
- Don Benito Viñolas con María Dolores Domenech;
- Don Jaime Sifre en segundas nupcias con Adelina Simplicia Sapia Valeta,
- Don Feliú Font con Rosa Medina (San Sebastián);
- Don José Vendrell y Vaguer con María Ruiz Gandía;
- Don Carlos Espinet Camós con Francisca Grajales y del Valle;
- Don José de los Olivos con María Eleuteria Talavera y Ponce;
- Don Francisco Javier Rodríguez de Cardona con María Dolores del Valle y Arce;
- Don Francisco Rodríguez Betancourt con María Saturnina del Valle y de la Rosa;
- Don José María Casanova con María del Carmen de la Rosa;
- Don Antonio Ferrer y Mari con Serafina Alfonso y Sierra;
- Don José Simón con Rosa Hernández de la Rosa;
- Don José Sixto Veray Calaña con María Llamas y Suárez de Mendoza;
- Don Pablo Janer con Dolores Gil Rodríguez;
- Don Gregorio Rovellant y Sal con Laureana Justiniana Vidal y Talavera;
- Don Bartolomé Bauzá Bernat con Victoria Avilés Orjales;
- Don Pedro Ferrer y Juanes con Edna Pérez Roldán;
- Don Salvador Picornell Pizá con Boleslabia de Cardona y Ramírez de Arellano;
- Don Fernando Camps Badía con Genara Vicenta Quiñones y Talavera y Ponce;
- Aníbal Coromina Coromina con Pilar Corchado y Ruiz;
- Don Narciso Rumans con Amalia Corchado Ruiz ;
- Don Antonio Morell Castañer con Saturnina Suárez de Mendoza y Portalatin;
- Don Miguel Coll Rullán con María Avelina Vidal de Cardona;
- Don Benito Enseñat y Esteva con María M. Peña y en segundas nupcias con Vicenta Gabina Arce, y
- Don Guillermo Frontera Bauzá con Emilia Koppisch Delgado;
- Don Jerónimo Baster Domenech con María Magdalena del Valle González de Movellón;
- Don Agustín Baster Domenech y Ana Jerónima Van Vylder y Van der Dijs; y
- Juan Baster Domenech con Ana de Felder Van der Dys, y
- Don Francisco Domenech y Bronot con Margarita de la Rosa y de Velasco.

Hacia 1870, ya se notaba un cambio social y tanto criollas se casaban con catalanes, vizcaínos, alemanes e italianos. Hay que destacar que las familias fundadoras y de raíces criollas de más prominencia para principios y mediados del siglo XIX, eran: - Los Del Valle, De la Rosa, de Sosa, de la Caxigas, Lorenzo de Acevedo, Hernández del Río, Ponce, Domenech, Ruiz Gandía, Bercedoni, Macaya, Echavarría, Conti, Mayoral, Pérez de Arce, Cabán de Avilés, Ramírez de Arellano y De Cardona. - Ademas: los Talavera, Méndez de Arcaya, Rovira Cerezo, Añeses, Igartua, Quiñones, Suárez de Mendoza, Vives, López de Segura y otros que se habían criollizados. Aquí no incluimos emigrantes alemanes, italianos, corsos, irlandeses y dominicanos que también se habían avecinado en esta jurisdicción. Foto a la derecha: Tomás Rovira Cerezo.

La mayoría de las familias antes mencionadas habían llegado en el siglo XVIII o principios del XIX a esta zona que tocaba desde San Francisco de la Aguada, Aguadilla, San Sebastián, Isabela, Moca, Añasco y San Germán. Hoy en día para poder estudiar la genealogía de estas familias tenemos que movernos a diferentes fronteras más allá de Guajataca y de las Lomas de Santa Marta.

No podemos negar que la presencia catalana en la zona de Aguadilla fue crucial para el desarrollo económico, social, comercial, portuario, educativo y religioso.
Volver a la p. 1