Recuerdos de tres días inolvidables
Beatificación en Roma de Carlos Manuel Rodríguez
por Haydée Reichard de Cancio, PHD
(c) CopyRight - Prohibido copiar, reproducir
Beato Carlos Manuel Rodríguez: La verdad
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de Puerto Rico
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Carlos Manuel Rodríguez
Primer beato caribeño
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ESDE PEQUEÑOS se nos enseñó a tener gran respeto y veneración
por aquellas personas que
por su vida ejemplar
la Iglesia Católica ha
denominado con el
nombre de Santos, Beatos
y Venerables.
Estas personas como lo
fueron Santo Tomás,
Santa Catalina de Siena,
Santa Teresa, San
Agustín, San Martín de
Porres, el Padre San Pío de Pietrelcina y ahora el Beato Carlos Manuel Rodríguez
son reflejos de las palabras
que leemos en
San Lucas 11,28: “Dichosos
son aquellos que
oyen la Palabra de Dios
y la cumplen.”
Carlos Manuel Rodríguez hizo suya la palabra de Dios y la realizó
a través de su vida. La
Fe de Charlie se
fundamentó en la resurrección
de Cristo y
por eso solía decir “vivimos
para esa noche”
por que él bien sabía que
“Si Cristo no hubiera
resucitado vana sería nuestra
Fe.” (I Col.15.14)
Cerca de tres mil quinientos puertorriqueños
nos dimos cita en la ciudad
de Roma del 28
al 30 de abril del año
en curso para estar
presente en la Beatificación
de Carlos Manuel
Rodríguez. Al llegar cada
peregrino tenía
la oportunidad de recibir
una bolsita la
que contenía lo siguiente:
un libro con las
Vísperas del día 28, y
los textos para la
Misa de Acción de Gracias
del 30 de abril.
Una medalla y estampa del
Beato y los boletos
de entrada a la Beatificación
en la Plaza
de San Pedro y la Recepción
en el North American
College; pañueleta gris
y roja con el rostro
del Charlie y una bandera
de Puerto Rico
y el programa de todas
las actividades.
Foto: Peregrinos puertorriqueños en la plaza
de San Pedro durante la
beatificación de
Carlos Manuel.
El sábado 28 de abril por la mañana, tal parece que los
peregrinos puertorriqueños
nos fuimos a conocer
mejor a Roma. Daba la impresión
de que los
puertorriqueños habían
invadido la Ciudad.
La bandera puertorriqueña
se encontraba tanto
en las Catacumbas, como
el Coliseo, la fuente
de Trevi ó Santa María
la Mayor. Cada jefe
de excursión llevaba una
bandera de Puerto
Rico y para distinguirse
de otros “tours”
y le colocaban un distintivo
a la pequeña
asta, bien un pañuelo rojo,
azul, amarillo.
Cada vez que se encontraban
los grupos se
escuchaba “!Arriba Puerto
Rico!”, “¡Arriba
Charlie!”.
Esa tarde a las 5:00 p.m., en la Iglesia Santa
María Traspontina se celebraron
las Vísperas
y Vigilia de Oración en
preparación espiritual
a la Beatificación del
día siguiente. Estas
fueron presididas por S.E.R.
Mons. Roberto
González Nieves, Arzobispo
de San Juan, y
el predicador lo fue Mons.
Rubén González
Medina, Obispo de Caguas.
El domingo 29 fue día de levantarse con la aurora y salir
temprano para poder conseguir
buenos asientos
para la Santa Misa y la
Beatificación del
Siervo Carlos Manuel. Mi
esposo y yo tuvimos
la dicha, y el regalo del
Señor, de poder
estar situados en un lugar
privilegiado de
dónde pudimos ver y participar
más activamente
de la liturgia y Beatificación
de los cinco
Beatos.
Foto: Haydée E. Reichard
de Cancio saluda
y besa el anillo a su Santidad
Juan Pablo
II.
© Servicio Fotográfico "LOR", Citta
del Vaticano.
La Plaza de San Pedro estaba
dividida en
cuatro, en un lado los
españoles, en otro
los canadienses luego los
italianos que tenía
dos Beatas y ocupando el
espacio mayor los
puertorriqueños, con sus
güiros, guitarras,
sus pañueletas alrededor
del cuello y enarbolando
sus banderitas en señal
de apoyo a Carlos
Manuel. El ambiente era
de fiesta, alegría
y un gran sentido de orgullo.
En la fachada de San Pedro colgaban cinco enormes tapices con las efigies
de los cinco nuevo Beatos que estuvieron tapados hasta el momento
en que el Santo Padre Juan
Pablo II, los
nombró oficialmente. En
ese momento mientras
caían las cubiertas, la
feligresía se levantó
en aplausos. Las emociones
y la espiritualidad
de las palabras de su Santidad
llenaron de
gozo espiritual a Pueblo
de Dios, allí congregado.
Terminada la liturgia Su
Santidad en su Papa-Móvil
recorrió toda la Plaza
de San Pedro saludando
a todos los peregrinos
que allí nos encontrábamos.
Foto: El Lic. Pablo R. Cancio saluda al Papa.
© Servicio Fotográfico
"LOR", Citta
del Vaticano.
Al medio día, miles de
peregrinos puertorriqueños
caminamos desde la Plaza
de San Pedro hasta
el North American College
dónde se celebró
una recepción para todos
los isleños. Allí
reinaba la alegría, los
abrazos y los besos
al encontrarnos con amigos
y conocidos. Se
dirigieron a los presentes,
el Arzobispo
de San Juan, la hija de
la Gobernadora, el
Secretario de Estado de
Puerto Rico y Alcaldes
presentes. No faltó la
buena comida y la
música típica.
El lunes 30 de abril desde temprano en la mañana comenzaron
a conglomerarse frente
a los portones del
Aula Pablo VI, miles de
feligreses devotos
de los nuevos Beatos que
querían estar presente
en la audiencia privada
de S.S. Juan Pablo
II con los peregrinos.
Bajo vítores y que
“Viva Juan Pablo II”, en
varios idiomas,
hizo su entrada al salón
el Santo Padre.
Desde un escenario, él
se dirigió en varios
idiomas a todos los presentes
elogiando la
obra apostólica y espiritual
de cada Beato.
Terminada la ceremonia
todos los peregrinos
que se encontraban con
algún padecimiento
físico y sus acompañantes,
tuvieron la dicha
de poderlo saludar personalmente
y recibir
una bendición individual.
La espiritualidad
del momento fue algo indescriptible.
Foto: Delegación de la iglesia La Milagrosa
de Aguadilla.
Esa tarde a las tres, se celebró en la Basílica
de San Pedro en el Vaticano
una Misa de Acción
de Gracias en honor del
Beato Carlos Manuel
Rodríguez, presidida por
el S.E.R. Luis Cardenal
Aponte Martínez, Arzobispo
Emérito de San
Juan, y concelebrada por
los Señores Obispos
y con más de ciento cincuenta
sacerdotes
venidos a Roma desde la
Isla con motivo de
las ceremonias de Beatificación.
El Arzobispo de San Juan de Puerto Rico, Roberto González Nieves,
tuvo a cargo la una emotiva
homilía que fue
varias veces interrumpida
por aplausos. La
Capilla donde se celebró
la Misa estaba tan
llena con cientos de feligreses
que tuvieron
que escuchar la Concelebración
Eucarística
de pie. Altos dignatarios
del Gobierno de
P. R., Alcaldes, legisladores
y personas
altamente conocidas en
las esferas políticas,
sociales y económicas fueron
testigos de
la Celebración. El Coro,
traído desde Puerto
Rico, musicalizó magistralmente
el solemne
acto.
Foto: Peregrinos a la salida de la Audiencia
Papal. En primera fila,
de izquierda a derecha:
Pablo R. Cancio y Fernando
(Ico) Beirós Rovira.
En segunda fila: Haydée
Cardona de Reichard,
Haydée E. Reichard, Dr.
Juan F. Cancio y
Lourdes Pérez Pont.
Así terminaron tres días
inolvidables en
la historia de nuestro
país que sólo podrán
ser igualados con su pronta
canonización.
Nuestro beato Carlos Manuel necesita un milagro de orden físico ya que
actualmente no se aceptan
milagros de orden
moral para poder ser venerado
como Santo
de la Iglesia. Sólo se
atienden los milagros
físicos, que son curaciones
de enfermedades
incurables y alcanzadas
por la invocación
del Beato.
No es fácil describir un
milagro pero es
“un hecho religioso insólito,
que supone
una intervención especial
y gratuita de Dios
y que es al mismo tiempo
una señal o manifestación
de un mensaje divino para
el hombre y una
llamada a su conversión.”
El milagro es un acontecimiento extraordinario que va por encima de las
leyes de la naturaleza,
por eso la Iglesia
sigue un proceso siguiendo
la Doctrina de
Santo Tomás para poder
aprobar dicho acontecimiento.
¿Qué podemos hacer para
que el Beato Carlos
Manuel Rodríguez sea pronto
canonizado? Bastará
pedirle a 'Chali', con
mucha fe y confianza
por la curación de una
enfermedad incurable,
nuestra o de alguna otra
persona . Él puede
alcanzar de Dios para nosotros
la gracia
que le pedimos, siempre
y cuando sea la voluntad
de Dios.
“Carlos Manuel, ruega por
nosotros, y la
paz de tu Pueblo”.
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